z.system

Estiman que abril cerrará con un ingreso de alrededor de u$s3.000 millones. Comenzaron a ingresar los dólares de la soja. Mayo y junio serán los meses de mayor liquidación.

De los pronósticos catastróficos ya no queda nada. Apenas meses atrás, las estimaciones indicaban que producto de la sequía el campo reduciría el ingreso de dólares genuinos a la economía. La escalada de los precios internacionales de los commodities del agro cambió rotundamente el escenario y todas las proyecciones indican que este año el campo aportaría al menos u$s45.000 millones. Incluso, recientemente la consultora económica Equilibra fue más allá y llevó la proyección hasta los u$s50.700 millones, lo que representa un incremento del 7,5% respecto al año previo.

Lo cierto es que no sólo esta firma adelanta ingresos extraordinarios para este año por parte del campo, también lo hacen la Bolsa de Comercio de Rosario, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y la Fundación Mediterránea. En el caso de Equilibra, en su cuenta incluye los envíos al exterior de otras cadenas agroindustriales como la carne, la pesca y el sector forestal, entre otros. De cualquier manera, todos coinciden en que este 2022 será un año excepcional en el que el campo generará un ingreso récord de divisas dentro de un marco en el que Argentina concretaría envíos por más de u$s84.000 millones.

En lo que respecta al ingreso de divisas de abril, hasta el miércoles pasado el campo liquidó en el mercado de cambios oficial poco más de u$s2.500 millones. Es por ello que las proyecciones indican que el mes cerraría en torno a los u$s3.000 millones. El batacazo lo daría el campo a partir de mayo próximo cuando comiencen en serio a ingresar el grueso de divisas de la cosecha de soja. Por lo pronto, mayo terminaría en torno a los u$s3.600 millones y para junio esta cifra se elevaría hasta los u$s3.800 millones. En líneas generales entre mayo y octubre ningún mes cerraría con una liquidación por debajo de los u$s3.500 millones.

Justamente estos son los dólares que hoy está necesitando la economía argentina para tener mayor aire. No solo para contener los diversos tipos de cambio que en la última semana mostraron fuertes subas, sino también para autorizar importaciones necesarias de bienes claves para sostener el crecimiento económico.

Por supuesto que aparecen señales de alerta de cara al futuro. El conflicto bélico entre Rusia y Ucrania también encareció otras materias primas como la energía y los fertilizantes. Y eso, claramente, derivará en una mayor salida de divisas. Por lo pronto, solo para abastecer la demanda de fertilizantes de la campaña 2022/23 el país necesitará desembolsar más de u$s1.900 millones adicionales respecto a la campaña previa.

Este dato no es para nada menor, porque también el incremento de este insumo podría derivar en una menor producción de trigo para la nueva campaña. Por lo pronto, ya se proyecta que la estimación de siembra caería un 7% respecto al año previo. Nuevamente, los altos precios internacionales de los commodities que mantendrían hasta el 2023 podría inclinar la balanza a favor del cultivo sobre todo en zonas altamente productivas.

Otro punto a tener en cuenta es que el dólar oficial continúa muy por debajo de la inflación y eso puede jugar en contra de las decisiones de comercialización de soja por parte del productor agropecuario. Es que en muchos casos, buscará acopiar soja a la espera de una posible devaluación o corrección del tipo de cambio oficial. Lo cierto es que, de cualquier manera, el Gobierno se encontrará nuevamente este año con un ingreso récord por parte del campo en una economía que necesita dólares genuinos para salir de la encrucijada.

 

Fuente: Ambito