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Las agencias piden más de lo que deberían por cada unidad y los usuarios tienen que esperar hasta seis meses para la entrega.

Llegar al concesionario, elegir una unidad, pagarla al valor oficial de lista y retirarla a los pocos días luego de los trámites administrativos de rigor es casi fantasioso en la Argentina actual. Quien quiere comprar hoy un auto cero kilómetro se enfrenta a demoras de hasta un semestre para la entrega, según un relevamiento de TN Autos.

El plazo puede variar de acuerdo a la marca, la agencia y el modelo, pero, en general, ni siquiera con un maletín lleno de billetes se puede cerrar la compra de un auto nuevo y llevárselo en poco tiempo. No es un problema de dinero, sino de stock: los concesionarios aseguran que la oferta es escasa para la cantidad de interesados.

“No tenemos todos los autos para vender que necesitaríamos de acuerdo a la demanda“, confesó a este medio el gerente de una concesionaria porteña de alto volumen. Prefieren no ser mencionados porque esta situación, aseguran, “espanta a los compradores”, ya que, además de demoras, produce distorsiones en los precios.

Ocurre que algunas agencias optan por sacarse los autos de encima rápido para intentar renovar rápido el stock y tener el negocio en movimiento, pero otros (la mayoría) son más cautos y “se paran” sobre las unidades porque no saben cuál va a ser el costo de reposición. Entonces esperan, especulan y cobran más por un auto de lo que deberían cobrar. O directamente no lo venden.

Los sobreprecios no son un problema exclusivo de 2021. Ocurrió, ocurre y va a seguir ocurriendo siempre que haya muchos interesados por una misma unidad y que las concesionarias no tengan el costo de reposición asegurado por el alto contexto inflacionario.

La odisea de comprar un auto 0 km hoy en la Argentina, entre demoras y sobreprecios

“Si yo vendo un auto hoy al precio de lista que indica el fabricante, no sé cuánto me va a costar reponerlo. Y es probable que, en el camino, pierda contra la inflación porque de acá a que me llegue la nueva unidad el precio del vehículo va a aumentar, sobre todo cuando no sabemos cuántos autos tendremos a disposición”, explicó el mismo gerente.

Muchos usuarios denuncian que, aprovechando esta situación, algunas agencias toman reservas por vehículos y, cuando están listos para ser entregados, ajustan los precios. En el medio pasan algunos meses y el precio de lista sube, por lo que el interesado debe abonar un monto superior al indicado previamente.

Acara pidió liberar importaciones

Esta situación ya fue alertada públicamente por la Asociación de Concesionarios de Automotores de la República Argentina (Acara) a través de un comunicado. “La demanda actual no se puede satisfacer porque la oferta está restringida por la escasez de vehículos”, declaró el presidente de la entidad, Ricardo Salomé.

Que haya pocos autos en stock no es una decisión de los fabricantes, desde ya. El sector está atado al régimen de importación establecido por el Gobierno de la Nación, cuya misión central es controlar la salida de divisas y cuidar las arcas del Banco Central.

Salomé pidió a las autoridades “que se contemple una mayor liberación de importaciones”. Comentó que es “un número de dólares insignificante” para las reservas del país y aún así “haría crecer de forma muy notoria un sector que es un gran abastecedor de empleo”.

Por la restricción a las importaciones, los autos de producción nacional tomaron mucho protagonismo en los salones de venta. Tal es así que uno de cada dos vehículos patentados este año se fabricó en una planta argentina.

Mientras tanto, bajaron las proyecciones oficiales por segunda vez en el año. Meses atrás, pasaron de 420 a 400 mil los patentamientos previstos, y ahora las agencias proyectan cerca de 385 mil para diciembre.

 

 

Fuente: TN