La estrella del golf mundial tuvo un fuerte choque y un vuelco con su camioneta, una de las más seguras del mercado mundial.
Tiger Woods protagonizó ayer un severo accidente vial en una zona residencial de Los Ángeles, California. Por causas que todavía se investigan, el vehículo que él conducía cruzó de carril, se despistó, chocó y volcó contra un terraplén al costado del camino, que en ese sector tendría una pronunciada bajada.
Los primeros reportes indicaron que el astro del golf tuvo que ser asistido por el personal de bomberos para poder salir del auto, que quedó tumbado de su lado. Pero luego se desmintió que hayan recurrido a pinzas y sierras para doblar y cortar la carrocería, que muestra importantes daños en la trompa y en la cola pero no en la zona del habitáculo. Funcionó lo que se denomina “estructura con deformación programada”: las zonas blandas de la carrocería se deforman para absorber la energía del impacto, mientras los refuerzos o zonas duras permiten que la cabina y las puertas se mantengan lo más intactas posible, protegiendo a los ocupantes y facilitando la salida o el rescate.
Aquellos vehículos con mejor diseño y construcción reciben las calificaciones más altas en las pruebas de choque, conocidas como “crash test”. Pero también es decisiva la cantidad de airbags ya que amortiguan los golpes del conductor y los pasajeros. Los windowbags, por ejemplo, son cortinas que se inflan cubriendo las ventanillas para proteger las cabezas en caso de impacto lateral o vuelco. Pero nada de esto sirve si los ocupantes no están bien sentados y con el cinturón de seguridad puesto. De lo contrario, la acción de los airbags podría no ser efectiva y en caso de vuelco cualquiera podría ser expulsado del vehículo, algo que suele tener consecuencias gravísimas.
Afortunadamente Tiger Woods tenía abrochado el cinturón y su “camioneta” cumple con los más altos estándares de seguridad.
Se trata de un Genesis GV80, un SUV de alta gama que en Estados Unidos cuesta entre 50 y 65 mil dólares. ¿Y qué es Genesis? Básicamente la marca premium de la coreana Hyundai y organizadora del torneo Genesis Invitational, del que la fundación Tiger Woods es anfitriona. Por eso el GV80 que conducía el golfista era una unidad de cortesía de la organización.
Con apenas un año en el mercado, este SUV coreano tiene casi cinco metros de largo, capacidad para siete pasajeros y un diseño imponente que para muchos muestra ciertas notas Bentley. La versión más potente monta un motor V6 naftero 3.5 turbo de 380 caballos que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en sólo 6,5 segundos.
Pero además de este poderío mecánico y un elevado nivel de lujo y confort, Genesis destaca del GV80 su nivel de seguridad: la estructura está realizada en acero de alta resistencia y tiene 10 airbags, incluyendo un airbag central que se infla entre el conductor y su acompañante para evitar posibles golpes de las cabezas en situación de impacto o vuelco.
Hasta el momento los organismos de seguridad vial más importantes de Estados Unidos no han realizado un crash test con el Genesis GV80. Pero el IIHS (Insurance Institute for Highway Safety) sí testeó el Kia Telluride, que tiene la misma plataforma y estructura que el GV80, además de compartir casi todos sus sofisticados sistemas de seguridad. Por su excelente desempeño en las pruebas de choque y sus dispositivos de protección, recibió el premio Top Safety Pick, otorgado sólo a los autos más seguros del mercado.
Por todo esto podría decirse, un poco en broma y un poco en serio, que a Tiger lo salvó el auto…
