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Dos especialistas en relaciones internacionales destacaron que las perspectivas de crecimiento de China, los precios de los commodities agrícolas en alza y las bajas tasas de interés a nivel internacional, pueden ser una gran ventaja para el país si se logra controlar la pandemia.

Las crisis son oportunidades, remarcan los orientales. Pasó más de un año desde que se detectó el primer caso de Covid-19 en China, a fines de 2019. Poco a poco, el virus se fue esparciendo por el mundo y llegó hasta el país más recóndito del globo. Nadie quedó exento de su avance. Pero, aun en este contexto, y pese a la aparición de una segunda ola de la pandemia a nivel internacional y la continuidad de la primera etapa a nivel regional y local, diversos especialistas destacan las muy buenas perspectivas de crecimiento de las principales potencias, con tasas de interés en niveles mínimos históricos o inclusive nulos, que generarían un panorama alentador para la Argentina durante el segundo semestre de este año.

Diego Guelar, diplomático y ex-embajador en Estados Unidos, Brasil, la Unión Europea y China, explicó que en el gigante asiático las perspectivas de crecimiento rondan el 9% para 2021 sobre un producto bruto de 15 trillones de dólares, que según comparó “equivale a más de una Francia en un año”.

“Estas cifras son impresionantes y es un gran desafío para el resto de los países del mundo que actualmente atraviesan la segunda ola de la pandemia: porque lo que en perspectiva era un año de muchísimo crecimiento se empieza a poner en duda. Es muy difícil que el mundo occidental pueda crecer si no se logra controlar el virus”, afirmó el especialista en diálogo con Canal Rural.

Guelar agregó que existe un enorme desafío, pero destacó que si la pandemia llega a ser controlada las perspectivas de crecimiento son “extraordinarias”, ya que por ejemplo, en Europa la tasa de interés es negativa, es decir, menor a cero.

“Si existen tasas de interés muy bajas, precios de commodities en alza y se puede dar un crecimiento en la economía, estos factores, especialmente para la Argentina, serían una enorme oportunidad. Pero nosotros somos profesionales en perder oportunidades. Esperemos que esta vez podamos hacer la reflexión correcta y crecer como merecemos”, remarcó el abogado.

El impacto de los bajos stocks de los commodities agrícolas en el mundo

Por su parte, el analista internacional Jorge Castro fue determinante y recalcó que la situación internacional de la Argentina en este momento se puede calificar como “extremadamente favorable”.

“La tonelada de soja ha superado los 500 dólares y esto forma parte de un fenómeno mundial que es consecuencia de la reaparición de la demanda china en gran escala en el sistema global, que a su vez converge con el hecho de que existe un bajo stock de reservas de commodities agrícolas debido a la sequía de los principales países productores de América del Sur, entre ellos Brasil y la Argentina”, afirmó el analista.

En tanto, coincidió con Guelar, y agregó que las tasas de interés del sistema financiero internacional en este momento son “las más bajas de la historia: cero por ciento o menor”.

“Esto produce que todos los países emergentes, comenzando por Sudamérica, tengan la posibilidad de financiarse internacionalmente con tasas de interés bajísimas, las más bajas de la historia. La Argentina lo que padece no es un problema económico sino estrictamente político”, afirmó Castro.

Y concluyó: “Lo que hay que prever ahora es que en este contexto de expansión de la economía mundial, y de una demanda dormida por la no utilización del exceso de ahorro de los países provocada por la pandemia, es que en el segundo semestre de 2021 el mundo va a asistir a un boom económico de extraordinaria envergadura que va a arrastrar a todos los países del mundo, incluso a la Argentina”.