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Especialistas destacan la flexibilidad de una herramienta que se adapta a los flujos estacionales del sector, además de la posibilidad de obtener una tasa más baja que en los bancos.

Aunque no aparece entre las primeras opciones a la hora de pensar en métodos de financiamiento, el mercado de capitales se muestra como una alternativa interesante para el sector agropecuario. En particular, el régimen simplificado de Obligaciones Negociables (ON) se presenta como una herramienta con mucho potencial entre pymes del campo, según coinciden analistas consultados por Agrofy News.

La posibilidad de obtener mejores tasas que en los bancos, el hecho de poder concretar el trámite de manera 100% virtual y la flexibilidad de adaptarse a los flujos de cada empresa son algunos de los beneficios que ofrecen las ON, que también suman algunas ventajas impositivas y de extensión de plazos.

Esta semana, una tradicional firma de maquinaria agrícola echó mano a la herramienta para financiar su plan de inversiones y en breve lo hará uno de los concesionarios más importantes de la multinacional John Deere. De a poco, las empresas del agro se animan a una alternativa que algunos presentan como “una puerta de entrada” al mercado de capitales.

“Una de las ventajas que te ofrecen las ON es que te permite generar un track record que funge como antecedente, para operaciones a futuro”, indica el consultor Mauro Cognetta, quien asegura que “estar en el mercado de capitales no es solo cotizar acciones”.

Si bien están disponibles desde la década de 1990, las ON tuvieron un fuerte repunte a partir de 2017, cuando la Comisión Nacional de Valores (CNV) habilitó un régimen simplificado que hizo los trámites mucho más dinámicos, reduciendo exigencias y ampliando el abanico de posibles interesados.

“Todas las autorizaciones se hacen vía web en la página de la CNV y solo se exige el balance anual”, cuenta Adrián Tarallo, titular de Tarallo SA -especializada desde hace 25 años en el mercado de capitales-, quien recuerda que la primera pyme en acceder a una obligación negociable fue Establecimientos San Ignacio, en 1993.

Beneficios

Una de las primeras ventajas que destacan los especialistas respecto a las ON es la posibilidad que el estructurador de la operatoria estudie la singularidad del negocio y adapte la herramienta al flujo de capital. “Esto es muy importante para el agro en particular, porque tiene altas y bajas según la estación. Se puede trabajar con plazos más largos que otras alternativas de financiamiento y adecuado al flujo de ingresos”, detalla Tarallo.

Respecto a las tasas, existe coincidencia sobre que, en términos generales, se paga un porcentaje mejor que el de los bancos, aunque ello varía según cada colocación. Para Cognetta, en esto influye la elección de la Sociedad de Garantía Recíproca (SGR) que respalda la operación.

“Para el rubro de la metalmecánica, por ejemplo, es una muy buena oportunidad. Se trata de empresas con flujos dolarizados, que demuestran números solventes, que por ahí hoy el mercado no le está ofreciendo otras alternativas interesantes”, comenta por su parte Cognetta, quien destaca que los mínimos para realizar esta operatoria son “muy bajos, desde un millón de pesos”.

Otro de los beneficios pasa por el plano fiscal. Las ON no pagan Impuesto al Valor Agregado (IVA) sobre los intereses. Para el agro, esto es importante porque “las empresas del sector acumulan IVA de forma permanente”, según plantea Tarallo.

¿Por qué no asoma con mayor masividad el uso de las ON en el campo? “El cliente agropecuario es muy conservador y no gusta mucho endeudarse. Pero creo que de a poco puede ir cambiando la mentalidad, de la mano con una mayor difusión de la herramienta”, concluye Cognetta.

 

 

Fuente: Agro fy