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Uno de los factores principales en esta etapa es el desarrollo de ecosistemas de innovación.

Tomas Peña, cofundador de The Yield Lab, destacó durante la octava edición del encuentro “Argentina Visión 2020/40” la oportunidad que hay detrás del Fintech y del Insurtech en el sector agropecuario.

“Latinoamérica es un mercado muy naciente y siendo grandes productores de alimentos recién ahora están llegando las redes de innovación. Lo veo más como una oportunidad que como un reclamo”, comentó en su presentación.

En tanto, agregó que “Argentina tiene una enorme oportunidad si empezamos a hablar este nuevo idioma“, el de fintech para el agro. En este sentido, nombró a Agrofy y a la plataforma de seguros Solapa 4 como pioneros, pero agregó que aún hay camino por recorrer.

Según su óptica, uno de los factores principales en esta etapa es el desarrollo de ecosistemas de innovación, así como de APIs (“salir del Excel e ir a programas que puedan integrarse a canales y con funciones cada vez más específicas”). Para ello, “los productores deben involucrarse en startups, tienen que meterse y conocerlos, salir de lo que pasó y pensar lo que va a pasar”.

En ese punto, informó que son ya más de 600 las startups ligadas al agro en la región, más exactamente 634.

“El Covid-19 cambió la realidad y el que se adapte mejor va a ser el ganador”, comentó.

El Venture Capital amplió sus fronteras. Desde 2015 a la actualidad las inversiones se duplicaron y el 60 % ya está afuera de los Estados Unidos. Además, el mercado comenzó a estar presente en Latinoamérica, por lo que consideró que hay que estar atentos a “una nueva forma de relacionarnos”.

“Está creciendo el ecosistema regional“, destacó Tomás Peña.

Nuevo contexto surgido a partir de la pandemia

Durante Argentina Visión, la periodista Martina Rua analizó cómo fueron adaptándose los diferentes sectores al nuevo contexto surgido a partir de la pandemia y reconoció que lamentablemente “muchos planes se desvanecieron y otros se paralizaron” por esta razón. Sin embargo, reveló también sus diálogos con gente que había comenzado a innovar, y destacó atributos como “acción y actitud”, al tiempo que “comunicarse se hizo más urgente”.

Tras afirmar que “la comunicación pre pandemia no puede ser la misma que ahora”, recomendó tener claros los objetivos a alcanzar y poner mucho foco en la experiencia del cliente: “qué valor voy a dar más allá del producto que ofrezco”. También planteó la necesidad de dar autonomía a las personas y recordó que “las compañías más innovadoras del mundo trabajan de manera más horizontal, por objetivos”.

Por otra parte, advirtió contra el “solucionismo tecnológico” porque “innovar no es poner tecnología, sino pensar en los procesos y los humanos para trabajar mejor. Es clave tener herramientas tecnológicas, pero debemos tener claro para qué las queremos. Tiene que ver con pensar en el bienestar de las personas”.

Alcanzar la seguridad alimentaria

José Gobbe, CEO de The Context Network, se refirió al desafío de alcanzar la seguridad alimentaria para cubrir las necesidades de 7 mil millones de habitantes. “Va a haber 2 mil millones más que van a ingresar a la clase media y vamos a tener que cubrir esa demanda”, señaló a la vez que mencionó factores relacionados como la obesidad y la desnutrición y aludió al requerimiento de una sustentabilidad cada vez más fuerte.

El ejecutivo señaló que existe “un nuevo consumidor que demanda certificaciones. Las grandes cadenas empiezan a reaccionar y a reemplazar los alimentos que usaban antes por opciones más saludables, proteínas alternativas, huevos orgánicos, frutas orgánicas, productos libres de antibióticos”.

Aseguró que “los proveedores tienen que reaccionar a esta nueva demanda porque, de lo contrario, el público ya no les compra. Aparecen otras empresas y les sacan a los clientes”. Es un proceso inexorable aunque “muchos productores piensan que acá no va a pasar”. De todos modos, se mostró optimista: “Tenemos la tecnología y tenemos las inversiones”.

También profundizó sobre la innovación en el agro, un proceso que venía desarrollándose previo a la pandemia de la mano de una inversión que está en alza y que se dirige en gran parte a la incorporación de nuevas tecnologías. Respecto del impacto del Covid-19, recordó que el agro se encuentra entre los sectores menos afectados y que esta circunstancia aceleró algunos cambios como por ejemplo la digitalización y las ventas online, aspecto en que “saltamos entre cinco y diez años en solo 100 días”.

Fuente: Agro fy