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El proceso competitivo para adjudicar las represas del Comahue entró en su etapa decisiva y dejó como saldo un reordenamiento profundo del mapa hidroeléctrico nacional. La central Planicie Banderita, ubicada sobre el río Neuquén y pieza clave del complejo Cerros Colorados, quedó finalmente en manos de Edison Inversiones, que presentó una mejora sustancial en su oferta.

 

Según datos oficiales, en la apertura inicial del 27 de noviembre el Estado había recibido propuestas por un total de US$ 684 millones. Sin embargo, con el cierre definitivo de este 3 de diciembre, ese monto ascendió a US$ 706.885.298,49, lo que implica un incremento de aproximadamente US$ 22 millones respecto de las ofertas originales.

La mejora provino íntegramente de la suba presentada para la concesión de Cerros Colorados, ya que la diferencia entre las dos mejores ofertas iniciales —Edison y MSU Green Energy— era inferior al 10%. Esa condición activó la instancia de mejora prevista en el pliego y derivó en una nueva oferta que terminó por definir la adjudicación.

Edison había ofertado US$ 41,6 millones frente a los US$ 38 millones de MSU Green Energy. La nueva propuesta, según fuentes oficiales, resultó “sensiblemente mejor” y terminó por inclinar la balanza en favor del grupo que también se adjudicó la represa Alicurá días atrás.

Con ambas adjudicaciones, Edison expande su presencia estratégica sobre los corredores Limay y Neuquén. El grupo está conformado por accionistas locales de peso: la familia Neuss, los empresarios Rubén Cherñajovsky y Luis Galli, y el fondo Inverlat, liderado por Carlos Giovanelli, Damián Pozzoli, Guillermo Stanley y Federico Salvai.

En paralelo, MSU Green Energy —a través de su vehículo BML Inversora— se quedó con El Chocón y la presa compensadora Arroyito, uno de los activos más relevantes del sistema hidroeléctrico. La empresa liderada por Manuel Santos Uribelarrea consolida así su avance en generación de base y energía renovable.

Central Puerto, por su parte, retuvo la concesión de Piedra del Águila, una de las centrales de mayor capacidad del país. El grupo integrado por Guillermo Reca, la familia Miguens-Bemberg y Eduardo Escasany reafirma su posición como uno de los actores tradicionales del sector eléctrico.

El nuevo mapa energético muestra un claro corrimiento de operadores extranjeros —Enel y AES— y un ascenso contundente del capital local en el control de las principales represas del Comahue. Se trata de un giro significativo en la estructura de la oferta hidroeléctrica argentina.

Tras definirse las ofertas finales, el Gobierno emitió un comunicado en el que resaltó que el proceso permitió “asegurar ingresos por más de USD 700 millones”, destacando la transparencia del procedimiento y la confianza del sector privado en el marco institucional vigente.

La Secretaría de Energía subrayó que la competencia entre ocho empresas a lo largo de todas las etapas del proceso ratifica el interés en operar y modernizar activos estratégicos para el sistema eléctrico nacional. También remarcó que las nuevas concesiones incluirán inversiones obligatorias en infraestructura, seguridad y operación.

Sobre el caso puntual de Cerros Colorados, el Gobierno detalló que la instancia de mejora se aplicó conforme a lo establecido en el pliego y que la propuesta de Edison resultó la más alta, habilitando el cierre económico del proceso y el avance hacia la fase de adjudicación definitiva.

Con esta etapa completada, la privatización de las represas del Comahue entra en su tramo final. La transición operativa se realizará durante el presente año, en coordinación con las provincias y los nuevos concesionarios, que asumirán la gestión por los próximos 30 años.

La definición de Planicie Banderita y el incremento de ingresos para el Estado consolidan un capítulo clave de un proceso que reconfigura la matriz hidroeléctrica y posiciona a grupos nacionales al frente de los activos energéticos más relevantes del corredor patagónico.

Fuente: Infoenergía