Transportadora de Gas del Sur (TGS) dio un paso clave para fortalecer la infraestructura energética del país al completar una emisión internacional de deuda por US$ 500 millones, destinada a financiar la ampliación del Gasoducto Perito Moreno, obra estratégica para el despacho del gas de Vaca Muerta hacia los principales centros de consumo.

La operación, concretada el jueves, obtuvo un rendimiento del 8% y un cupón del 7,75% a diez años. La demanda superó los US$ 1.300 millones, lo que representa una sobresuscripción de 2,6 veces. Según analistas, el resultado evidencia una migración de los inversores desde títulos soberanos hacia obligaciones corporativas con mejor perfil financiero.
Para TGS, la colocación “reafirma la confianza del mercado global” en su capacidad operativa y en su plan de inversión. La compañía destacó que el financiamiento permitirá avanzar con celeridad en la ampliación del sistema troncal, considerada una de las obras más relevantes para la integración del gas no convencional al sistema nacional.
El proyecto principal implica una inversión cercana a US$ 560 millones y fue adjudicado a TGS hace apenas dos semanas en una licitación organizada por Enarsa. Se trata de la expansión del gasoducto que conecta Tratayén con Salliqueló, eje fundamental para evacuar la producción creciente de Vaca Muerta.
Con esta ampliación, el sistema sumará 14 millones de metros cúbicos diarios desde el invierno de 2027. Para ello, se instalarán tres nuevas plantas compresoras a lo largo de la traza y un cuarto equipo adicional en la cabecera Tratayén, alcanzando un total de 90.000 HP de potencia extra.
En paralelo, TGS ejecutará inversiones por US$ 220 millones en su sistema regulado. Esta etapa contempla la construcción de 20 kilómetros de cañería paralela al NEUBA III, nueva compresión por 15.000 HP y adecuaciones técnicas para elevar la presión operativa del gasoducto hacia Buenos Aires.
Según estimaciones del sector, la ampliación permitirá mejorar el abastecimiento invernal del Área Metropolitana y optimizar el intercambio con Transportadora de Gas del Norte (TGN) mediante el sistema Mercedes–Cardales. Esto reduciría de manera significativa la necesidad de importar gas natural licuado y combustibles líquidos.
Para la industria energética, el crecimiento del sistema de transporte es un factor crítico. La producción de gas de Vaca Muerta ya superó la capacidad actual en los meses de mayor demanda, limitando exportaciones y elevando costos operativos. La obra adjudicada a TGS busca revertir este cuello de botella.
La colocación del bono se suma a una semana de intensa actividad financiera en el sector energético. Pampa Energía emitió US$ 450 millones con una demanda tres veces superior al monto buscado, orientado al desarrollo del bloque Rincón de Aranda. Tecpetrol cerró otra emisión por US$ 750 millones, un 50% por encima del objetivo inicial.
En paralelo, YPF completó colocaciones por US$ 1.200 millones, combinando un bono doméstico y un crédito sindicado internacional, mientras que Pluspetrol y Vista preparan nuevas operaciones para las próximas semanas con foco en proyectos vinculados al shale neuquino.
Para el mercado, el interés inversor reafirma la centralidad de Vaca Muerta como motor del crecimiento energético argentino y la necesidad de expandir, de manera sostenida, la infraestructura que permita evacuar la producción.
Con este respaldo financiero, TGS queda posicionada para encarar una obra clave que ampliará la capacidad de transporte, reducirá costos y fortalecerá la seguridad energética en un momento de transición profunda para el sistema gasífero del país.
Fuente: InfoEnergía