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Con un “boom extraordinario” en gas y petróleo, el ministro Federico Sturzenegger aseguró que el país duplicará sus exportaciones energéticas y se convertirá en un polo petroquímico global. Las proyecciones apuntan a ingresos por US$ 65.000 millones en 2030.

¿Puede Argentina transformarse en el nuevo epicentro energético del hemisferio sur? El ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, está convencido de que sí.

  • En Madrid, durante un desayuno organizado por el Nueva Economía Fórum, lanzó una afirmación que resonó fuerte: “Vivimos un boom absolutamente extraordinario. Argentina puede ser comparable con Qatar o Texas.”

El funcionario sostiene que el país atraviesa un punto de inflexión gracias al desarrollo del gas y el petróleo de Vaca Muerta, una reserva que —según sus palabras— “supera a las de Texas” en gas natural y que será el motor para duplicar las exportaciones en los próximos años.

El horizonte financiero que traza el Gobierno es ambicioso. En 2024, Argentina exportó unos US$ 80.000 millones; pero Sturzenegger proyecta que solo en energía el país alcance US$ 65.000 millones anuales hacia 2030: unos US$ 50.000 millones en petróleo, y otros US$ 15.000 millones en gas natural entre 2030 y 2050.

Ese volumen convertiría a la matriz energética en la principal generadora de divisas, una fuente capaz de equilibrar la balanza comercial y abrir la puerta a una nueva industrialización basada en el gas.

El ministro no se queda en la foto del barril o el gasoducto. Proyecta un salto hacia la industria petroquímica, impulsado por el acceso a gas abundante y barato.

“Argentina se va a convertir en el polo petroquímico más atractivo del mundo”, aseguró. Esa ventaja competitiva, dice, permitirá además que el país se transforme en uno de los mayores productores globales de fertilizantes, un sector clave ante el crecimiento sostenido de la demanda alimentaria mundial.

El funcionario sostiene que el país atraviesa un punto de inflexión gracias al desarrollo del gas y el petróleo de Vaca Muerta.

 

Pero el potencial no termina en la energía. Sturzenegger puso el foco también en la minería, donde el contraste con Chile aún es abrumador: exportaciones mineras de Chile por US$ 50.000 millones, y exportaciones mineras de Argentina por apenas US$ 4.000 millones.

El ministro planteó que en 10 o 15 años el país podría igualar la performance chilena, con inversiones en infraestructura ferroviaria y logística que reduzcan los costos de transporte y potencien la competitividad de las provincias mineras.

Si las proyecciones se cumplen, Argentina no solo duplicará sus exportaciones, sino que se posicionará como un actor estratégico en la transición energética global. Con gas y petróleo como pilares, y un horizonte industrial que apunta a la petroquímica y los fertilizantes, el país podría reescribir su mapa productivo.

“Tenemos los recursos, la tecnología y el talento para hacerlo”, resumió Sturzenegger. La pregunta, ahora, es si Argentina podrá convertir ese boom extraordinario en una transformación duradera.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Fuente: El economista