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La expansión del segmento acelera la necesidad de unificar criterios tarifarios. Mientras en el país conviven esquemas diversos, en algunos países vecinos los valores por kWh ya se encuentran regulados y estandarizados.

 

El crecimiento del segmento de los autos eléctricos en la Argentina se ha acelerado, pero aún plantea desafíos vinculados con la recarga de las unidades que ya circulan. Esta cuestión gana relevancia si se tiene en cuenta que se espera el ingreso de más de 85.000 vehículos eléctricos en el próximo año.

Mientras las petroleras incluyen en la planificación la apertura de más terminales de carga eléctica, aparecen otras problemáticas como los tiempos de abastecimiento y el precio de la energía. Para abordarlos, es importante analizar los precios en los países vecinos, especialmente aquellos cuya red de infraestructura relacionada con la electromovilidad presenta mayores grados de avance.

El mercado argentino aún está en proceso de definición respecto al precio final al consumidor.

En esa línea, la falta de un esquema normativo homogéneo respecto al cobro de la electricidad destinada a movilidad es uno de los factores que genera más incertidumbre.

En la actualidad conviven distintos modelos: algunos vinculados a la suscripción, como el de YPF; otros que cobran por tiempo de conexión, como Shell y Axion; y el caso de la carga domiciliaria, donde la tarifa residencial T1-R3 fija el costo en torno a 103 pesos por kWh a agosto de 2025.

Bajo este formato, recorrer 400 kilómetros puede costar menos de 10.000 pesos, mientras que quienes disponen de sistemas fotovoltaicos alcanzan casi la gratuidad en la carga.

Los sistemas aplicados en Latinoamérica

La comparación con países de la región permite dimensionar las diferencias. En México, los usuarios pagan entre 0,11 y 0,15 dólares por kWh en estaciones públicas; en Brasil, en el área de São Paulo, los valores se ubican entre 1,50 y 2,10 reales por kWh; en Chile la franja oscila entre 0,105 y 0,17 dólares; y en Uruguay se sitúa en 0,119 dólares, destacando un costo de energía varias veces inferior al de los combustibles líquidos.

Estas referencias muestran que el mercado argentino aún está en proceso de definición respecto al precio final al consumidor.

El analista energético Marcelo Espeche señaló en diálogo con el medio especializado Surtidores que “hay una revolución. Y los estacioneros tienen que ver que esto no va en contra de su negocio, sino a favor”.

“La oportunidad está en ofrecer experiencias diferenciadas durante la recarga y conservar la fidelidad del cliente”, agregó. Su mirada apunta a la reconversión de las estaciones como un paso inevitable frente a la expansión de los autos eléctricos.

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La tarifa domiciliaria ronda los 103 pesos por kWh.

Uno de los aspectos que incidirá directamente en la adopción es el tiempo de espera para completar una recarga. Los equipos de nivel tres requieren alrededor de una hora, mientras que las tecnologías ultrarrápidas reducen el proceso a un cuarto de ese lapso.

La decisión de inversión en cargadores de alta potencia dependerá de la capacidad de las estaciones para garantizar seguridad en la red y disponibilidad de energía.

Equipos ultrarrápidos para recarga de autos eléctricos

La infraestructura necesaria para operar de manera eficiente implica incorporar cargadores con distintos estándares de conectores, como CHAdeMO, CCS y Type 2, además de equipos ultrarrápidos que demandan sistemas de enfriamiento líquido y convertidores de gran potencia.

Estos dispositivos permiten cargar hasta el 80% de la batería en menos de media hora, lo que requiere inversiones significativas en hardware y capacidad de red. Los tiempos de carga son fundamentales para la óptima incorporación de la electromovilidad a gran escala.

Si la mayor parte del parque automotor pasa a demandar energía eléctrica, la espera en cada slot no puede ser de horas. Con nuevos tipos de cargadores este problema está parcialmente solventado, el problema son los costos.

El equipo más rápido en la actualidad lo presentó la china BYD hace unas semanas. Se trata de la Super e-Platform, capaz de ofrecer 400 kilómetros de autonomía tras un tiempo de carga de apenas cinco minutos.

 

 

 

 

Fuente: Dinamicarg