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Sergio Mengoni, country chair de TotalEnergies, sostuvo que para consolidarse como exportador, el país debe ganar eficiencia y previsibilidad.

Argentina tiene la segunda reserva de gas no convencional del mundo y una de las mayores oportunidades para convertirse en exportador regional de energía. Pero la ecuación no es sencilla: requiere eficiencia operativa, infraestructura y reglas claras. Así lo advirtió Sergio Mengoni, flamante director general de Total Austral y country chair de TotalEnergies en el país, en una entrevista en la Argentina Oil & Gas (AOG) que dejó definiciones jugosas sobre el futuro inmediato de la compañía y del sector.

“Después de 17 años afuera, vuelvo a una Argentina completamente distinta, con un desarrollo que impresiona. Vaca Muerta es el gran motor, pero no hay que olvidar el offshore ni los renovables. El país tiene un potencial enorme, pero también la responsabilidad de no ‘matar la gallina de los huevos de oro’ antes de tiempo”, dijo Mengoni, dejando claro que el entusiasmo convive con la cautela.

Apuesta a competitividad

TotalEnergies produce actualmente entre 36 y 38 millones de m³ de gas diarios y planea sostener ese volumen en los próximos años. Pero la verdadera discusión, según Mengoni, no es de cantidad sino de competitividad.“Está claro que si queremos competir en Brasil necesitamos que el gas argentino llegue a menos de US$ 10 por millón de BTU. Ese es el máximo que paga el mercado sin recurrir al LNG. El piloto que hicimos demostró que se puede exportar; ahora el desafío es tener contratos firmes e infraestructura para escalar”, explicó.

La comparación con el Permian, en Texas, fue inevitable a la hora de comparar estructura de costos: “Con el mismo nivel de inversión, el Permian produce 16 veces más petróleo y 5 veces más gas. Eso marca dónde estamos y hacia dónde deberíamos ir. Necesitamos ganar eficiencia, bajar costos y ser competitivos incluso en escenarios de precios bajos, porque si con el barril alto ya es difícil, con uno a US$ 50 sería inviable”.

El mensaje es técnico, pero no evita lo político y económico. Para Mengoni, la Argentina debe entender que la carrera no se corre puertas adentro, sino en un mercado global donde la comparación de carteras de proyectos es inevitable.

Aguada Pichana Este es uno delos principales yacimientos de gas de Vaca Muerta, operado por Total Energies.

Aguada Pichana Este es uno delos principales yacimientos de gas de Vaca Muerta, operado por Total Energies.

El turno de Vaca Muerta

Tras un ciclo de fuertes desembolsos en el offshore, con el proyecto Fénix en Tierra del Fuego, TotalEnergies destinará sus próximos recursos a la cuenca neuquina.“En los próximos dos o tres años la prioridad va a ser Vaca Muerta. Venimos de invertir mucho en offshore, y ahora el foco es Neuquén, porque requiere un nivel de inversión enorme y ofrece resultados inmediatos”, afirmó Mengoni.

La apuesta se complementa con proyectos renovables en varias provincias, incluso un parque solar en Chaco. “Usamos esa energía para descarbonizar nuestras plantas. Es un círculo virtuoso: más energía y menos emisiones. Tal vez hoy se hable un poco menos de transición energética en la Argentina, pero sigue siendo un punto clave”, sostuvo.

El talón de Aquiles

El ejecutivo también puso sobre la mesa, tanto en su exposición en el pabellón rojo de la Rural, durante el Encuentro con los CEO, un tema sensible para los inversores extranjeros: la posibilidad de repatriar dividendos.“Lo que cualquier inversor busca es visibilidad a mediano y largo plazo. Nosotros, además de invertir, necesitamos poder distribuir dividendos. Es parte de una cultura sana. Invertimos, generamos, y debemos poder devolver a nuestras casas matrices parte de ese capital. Tenemos un portafolio global: un día invertimos en Brasil, otro en Surinam, otro en la Argentina. La competencia también es entre países”, advirtió.

Mengoni reconoció como positivo que el Gobierno haya iniciado la normalización de pagos y prometido la futura flexibilización del cepo cambiario, pero no dejó de señalar la urgencia de mayor previsibilidad. “Creo que vamos en el buen camino, pero es fundamental que la economía argentina dé confianza. Llevamos casi 50 años en el país y vamos a seguir, pero necesitamos estabilidad para planificar y competir a nivel global”, subrayó.

La entrevista de Mengoni, cargada de definiciones, puede leerse como una hoja de ruta. El país tiene la posibilidad real de consolidarse como exportador de energía regional y, a mediano plazo, global. Pero las condiciones para lograrlo requieren disciplina de costos, acuerdos en infraestructura y un marco económico que no ahogue el esfuerzo inversor.

Fuente: Más Energía