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El CEO de la petrolera YPF está a un paso de exportar gasoil y nafta Infinia gracias al salto en su capacidad de refinación. Pero el foco está puesto en Vaca Muerta: oleoductos, trenes, capacitación y un plan urgente para evitar que la arena del fracking se convierta en un problema.

La XV Argentina Oil & Gas Expo fue el escenario elegido por el presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, para lanzar una serie de anuncios que marcan un antes y un después en la visión estratégica de la petrolera de bandera.

En su intervención, el ejecutivo confirmó que en los próximos meses YPF podría comenzar a exportar gasoil y nafta premium (Infinia), gracias a una mejora en la eficiencia de sus refinerías que permitió incrementar en 45.000 barriles diarios su capacidad de producción.

  • “No se sorprendan si quizás en unos meses estamos exportando Infinia diésel y gasoil porque superamos la demanda del mercado interno”, dijo Marín, marcando un hito inédito para la compañía.

Pero más allá del éxito inmediato en refinación, el CEO dejó en claro que su mirada está puesta en el desarrollo estructural de Vaca Muerta, y en un cambio de paradigma: “El gran cambio para el desarrollo del shale es la colaboración”, afirmó, señalando que la única forma de escalar es construyendo infraestructura en conjunto y bajando costos.

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GNL, oleoductos y gasoductos para competir con EE.UU.

El plan de YPF contempla más de U$S 30.000 millones en inversiones en cinco años. Según detalló Marín, la empresa trabaja junto a otras operadoras en proyectos de gran escala, entre ellos:

  • Dos gasoductos de gran capacidad para el desarrollo de exportaciones de GNL.
  • Un oleoducto gigante hacia la costa de Río Negro, en colaboración con ENI y Shell, que incluirá un tramo de 48 pulgadas, el más grande construido en Argentina.

Estos proyectos, dijo Marín, podrían estar operativos en 2027 y permitirán que el país exporte a gran escala, con una infraestructura más eficiente y competitiva.

Otra pieza clave del plan es la logística, tanto de productos como de personas. YPF ya tiene en marcha un proyecto para construir un tren de pasajeros y carga hacia Vaca Muerta, con una inversión estimada de U$S 130 millones. Según Marín, ya hay un banco multilateral dispuesto a financiar la obra, que podría repagarse en pocos años.

La formación de talento también está en el centro de su estrategia. El CEO anunció la creación del Instituto de Formación de YPF, con el objetivo de capacitar a 10.000 trabajadores en cinco años. El proyecto, que también cuenta con apoyo financiero internacional, apunta a elevar el estándar profesional del sector energético y competir de igual a igual con cuencas como el Permian en EE.UU.

 

“El talento es fundamental. No competimos entre empresas locales, competimos con Estados Unidos”, lanzó Marín.

Arena, fracking y un problema que nadie quiere mirar

Sin embargo, fue en el terreno de la logística del fracking donde Marín dejó una de las advertencias más duras. La arena, insumo clave para las fracturas hidráulicas, está cerca de convertirse en el cuello de botella más crítico del desarrollo no convencional.

  • “Si no hacemos nada, cuando lleguemos al pico de abastecimiento de arena vamos a tener un camión por kilómetro, de ida y de vuelta. Eso no es sustentable, ni económica ni ambientalmente”, alertó.

El CEO aseguró que YPF liderará un proyecto para resolver este problema, y que luego invitará al resto de la industria a sumarse. La iniciativa buscará centralizar y racionalizar la logística de la arena, hoy dispersa y con altos costos operativos y ambientales.

Desde la exportación de combustibles premium hasta la infraestructura del GNL, pasando por trenes, capacitación y la logística del fracking, Marín dejó un mensaje contundente: el futuro de Vaca Muerta no se improvisa, se planifica con eficiencia, colaboración y escala.

En su visión, YPF deja de ser una empresa nacional de petróleo y gas para convertirse en un actor clave del mercado energético global. Y lo hace sabiendo que el potencial geológico ya no es el problema: el desafío es político, técnico, financiero y logístico.

 

 

 

 

Fuente: El economista