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Los consejos para no caer en la trampa.

En Merlo, provincia de Buenos Aires, un concesionario trucho le vendió el mismo auto a cuarenta clientes a los que previamente les había pedido una seña. La estafa salió a la luz y los damnificados contaron cómo fueron engañados principalmente a través de las redes sociales.

Otra de las variantes más usuales son los avisos truchos, publicaciones con ofertas tentadoras que no cuentan con ningún tipo de respaldo. En estas, a los potenciales clientes se les solicita el envío de dinero a determinada cuenta bancaria, y se les promete una entrega asegurada que nunca ocurre.

Todo este tipo de maniobras, que existió siempre, se ve potenciada por la pandemia y el incremento de los trámites online, que pueden llevar a muchos a caer en lo que es lisa y llanamente una trampa.

TN Autos consultó a expertos para recopilar los consejos que hay que tener en cuenta para evitar ser víctima de una estafa en la compra de un automóvil.

Un primer punto es nunca enviar documentos o imágenes de tarjetas de crédito por las redes sociales, así como tampoco información de una cuenta bancaria.

En el caso de que el concesionario supuestamente sea oficial, si la persona tiene alguna sospecha puede comunicarse con la empresa para chequearlo. También hay que sospechar de quienes piden un pago en efectivo, cobros o visitas a domicilio.

Nunca hay que abonar absolutamente nada sin recibir a cambio un comprobante correspondiente.

En el caso de los usados, es importante contactar al registro de la propiedad automotor para chequear que la persona sea verdaderamente el titular de ese auto.

Los concesionarios están cerrados, pero venden telefónicamente y vía web.
Los concesionarios están cerrados, pero venden telefónicamente y vía web.

También con autos de lujo

Pablo Martín, gerente general del concesionario Audi Espasa Exclusivos, sostuvo que hay medidas que se pueden tomar a modo de precaución, y puso de ejemplo que la gran mayoría de los clientes del interior del país con los que opera hacen todo por teléfono, mail o Whatsapp.

“Lo más importante es operar con un concesionario oficial. Si no es oficial hay un riesgo implícito. Ya sea que pone el dinero y no hay ningún auto detrás, como también en los tiempos de entrega o la desinformación de parte de esa supuesta agencia”, afirmó.

Para Martín, una estafa típica es la preventa de un producto futuro que no tiene sustento. En el caso de tener que enviar dinero a una cuenta bancaria, “una cosa que pueden hacer los clientes es verificar en el banco la existencia de esa cuenta y de quién es. Me parece que esa es una forma de estar tranquilos”.

Además, agregó que también suma seguridad pedir información del número de chasis y motor, para así asegurarse de que la unidad de la que le están hablando es la que finalmente le van a entregar.

 

 

Fuente: TN