La brasileña Raízen, controlante de la marca, busca desprenderse de sus activos en el país y negocia con múltiples actores. Suena un empresario local

En un contexto de salida de multinacionales que parece acrecentarse con el correr de las semanas, la brasileña Raízen, dueña de la marca Shell en la Argentina, mantiene su decisión de desprenderse de los activos que posee en el país y la danza de interesados no deja de ampliarse. En ese sentido, y luego de que en agosto pasado se conociera que Trafigura buscaba quedarse con la red de 700 estaciones de servicio, una refinería y la fábrica de lubricantes de Raízen en la Argentina, trascendió que Glencore y Vitol, ambas con sede en Suiza, también se sumarían a la compulsa. En paralelo, en días recientes comenzó a circular en el ámbito petrolero que Hidrocarburos del Norte, compañía propiedad del empresario José Luis Manzano, puso sus ojos en esos activos. Se estima que el negocio en venta implicará una operación cercana a los 1.500 millones de dólares.
La posibilidad de transferir los activos de la compañía en Argentina fue expuesta hace algo más de dos meses desde Brasil, desde donde se indicó que Raízen apunta a tentar a grandes “traders” de los combustibles.
Raízen, también de salida de Argentina
De acuerdo al medio paulista O Estado do São Paulo (Estadão), ya en ese momento la compañía comenzó a activar diálogos con empresas que operan en nuestro país. En ese marco, Trafigura, con base en Singapur y dueña de Puma Energy en la Argentina, rápidamente se colocó a la cabeza de los interesados en el negocio doméstico de Raízen.
“Antes de abrir una convocatoria más formal, Raízen mantuvo conversaciones bilaterales con la petrolera estatal de Arabia Saudita, Saudi Aramco, pero las negociaciones no prosperaron”, indicó la plataforma.
Además de la refinería Dock Sud, considerada la segunda más grande de Argentina, con una capacidad de procesamiento diario del orden de los 100.000 barriles, Raízen opera en el país una red de más de 700 estaciones de servicio, una fábrica de lubricantes, tres terminales terrestres, dos bases de abastecimiento de aeropuertos y activos de gas licuado de petróleo (GLP).
Raízen es el resultado de una sociedad integrada tanto por la europea Shell como por la brasileña Cosan. Esta última, señala Estadão, opina que la operación argentina actualmente aporta pocas sinergias al negocio de producción y distribución de combustibles en Brasil, principal foco comercial de la alianza en cuestión.
En 2018, Raízen adquirió el negocio de Shell en Brasil y en Argentina también se posicionó durante ese mismo año. Vale señalar que en ese momento la refinería ubicada en el conurbano estaba valorada en casi 1.000 millones de dólares.
En el país, su base de operaciones, Raízen procesa y comercializa a razón de 25.000 millones de litros de combustibles al año. Esto último, a partir de la explotación de una red de al menos 6.200 estaciones de servicio con la bandera de Shell y de un entramado de casi 1.000 tiendas de proximidad funcionado en los puntos de expendio.
Desde Trafigura a Manzano, el resto de los interesados
Además del interés de Trafigura, el gigante energético Vitol también movió las piezas para participar de la compulsa, actualmente coordinada por el Itaú BBA y JP Morgan. La firma en cuestión posee 10.000 estaciones de servicio en el mundo y comercializa a razón de 7 millones de barriles de petróleo diarios. En Argentina es dueño de una terminal de combustibles y derivados en Zárate con conexión al río Paraná.
Por su parte, la estatal brasileña Petrobras podría intentar un retorno al país a partir de su intención de invertir en Raízen. Por estos días, la controlante de la marca Shell en Argentina busca un socio estratégico para revertir su delicada situación financiera.
Según publicaciones como O Globo, Petrobras analiza diversas alternativas para ingresar en Raízen, entre ellas la posibilidad de adquirir una participación accionaria o la compra de algunos de los activos que la firma posee en Brasil, Paraguay y, por supuesto, Argentina. Aunque el foco de la estatal está en agigantar su presencia en el sector de los biocombustibles, no se descarta que también apunte a volver a hacer pie en el negocio de las estaciones de servicio doméstico.
La nómina de interesados en la estructura de Shell cierra con José Luis Manzano y su controlada Hidrocarburos del Norte, que según fuentes del sector evalúa una oferta del orden de los u$s1.200 millones para ganar la compulsa. El empresario local dio un golpe de presencia fuerte en el nicho del expendio de combustible en 2022 con la compra del 50% de Refinor. Pero ese movimiento rápidamente fue diluyéndose y en abril de este año Refinor puso fin a la actividad en su refinería en Salta.
Más allá de que Refinor continuó operando sus más de 75 estaciones de servicio aunque ya haciéndose con productos generados por terceros, la eventual adquisición de los puntos de expendio Shell y el resto de los activos que controla Raízen le permitiría ganar envergadura en un mercado que busca la recuperación.