La configuración ideal del climatizador repercute sobre el consumo; otros factores como el uso del botón de recirculación o circular con las ventanillas bajas también forman parte

De cara a fin de año, en muchos puntos del país comienza a hacer más calor y el uso del aire acondicionado en los autos se vuelve casi inevitable. Sin embargo, en un contexto económico marcado por muchos usuarios buscando disminuir lo más posible los gastos, cada decisión al volante puede tener un impacto directo en el bolsillo.
Diversos especialistas coinciden en que mantener el aire acondicionado del auto entre los 24 y los 26 grados permite alcanzar un equilibrio adecuado entre confort térmico y eficiencia energética. Por otro lado, configurar el sistema por debajo de los 22°C obliga al compresor a trabajar con mayor intensidad, lo que implica una mayor exigencia sobre el motor y, en consecuencia, un consumo más elevado de combustible.
El dato no es menor: en trayectos largos o durante viajes por vacaciones, una diferencia de apenas dos o tres grados en el climatizador puede traducirse en un gasto adicional considerable en nafta. En este sentido, la recomendación apunta a evitar los extremos y utilizar la climatización de manera inteligente, sin forzar el sistema de refrigeración.

La recomendación apunta a evitar los extremos y utilizar la climatización de manera inteligente.
Una de las dudas más comunes entre los conductores es si conviene apagar el aire acondicionado y bajar las ventanillas como una estrategia de ahorro. La respuesta depende, en gran medida, de la velocidad a la que se circule.