z.system

El grupo brasilero, que opera la marca británica de hidrocarburos, ya negocia con varias empresas extranjeras su salida de Argentina

Shell es uno de los principales actores globales del sector de los hidrocarburos. En Argentina opera una refinería de petróleo y una red de 650 estaciones de servicio, en las cuales se venden alrededor de 6.300 millones de litros de combustibles por año, a razón de 500 litros de carga por minuto.

Sin embargo, pese a las cifras que maneja, el grupo brasilero que opera la marca británica en el territorio nacional quiere deshacerse de su operación, por lo que busca compradores. Uno de los interesados es Vitol, trader de energía y commodities, quien participará en el proceso de licitación que coordina el banco de inversión brasilero BTG Pactual.

Según trascendió, cotizará a los activos como la refinería de Dock Sud y la red de 700 estaciones de servicio de la marca Shell, entre los principales, en una cifra de entre u$s1000 millones a u$s1500 millones.

La operadora de Shell apura la venta de sus operaciones

Shell es una empresa creada en 1907 producto de la fusión de la Royal Dutch Petroleum Company, de Países Bajos, y la Shell Transport and Trading Company, del Reino Unido.

Su sede principal de la empresa se encuentra en Londres, por lo que es considerada una empresa británica, y sus principales accionistas son una mezcla de grandes inversionistas institucionales como The Vanguard Group; BlackRock, y el Norges Bank, junto con inversores individuales y otros fondos.

No obstante, en el plano local, el llamado sector de “dowstream” se encuentra bajo el control de Raízen, que en el 2018, adquirió el negocio de “downstream” del holding europeo y que ahora inició un proceso de salida de nuestro país que podría llevarse a cabo antes de que termine este 2025.

La empresa Raizen se compone por una sociedad de la que participan el grupo brasileño Cosan y la multinacional Shell plc, cada uno con un 44% de la propiedad, mientras que otro 12% se negocia en la bolsa de valores.

En el caso particular de Cosan, es considerado como uno de los conglomerados más grande de Brasil, con intereses en energía y logística, incluyendo la distribución de gas y el transporte ferroviario, entre otros negocios.

Las razones de salida de la empresa brasileña

Los principales motivos que llevaron al board de Raizen a salir de nuestro país está relacionado con una difícil situación financiera que atraviesa la empresa en Brasil y a las complicaciones que todavía se mantienen para girar dividendos desde el mercado local, lo que la obliga a una revisión estratégica de sus activos a nivel regional.

De hecho, se ha resaltado que, si bien la operación argentina ha dado sus dividendos, aporta pocas sinergias al negocio de producción y distribución de combustibles en Brasil, donde la empresa tiene la mayor operación regional.

La posibilidad de la venta de las operaciones en Argentina empezaron a sonar con fuerza a fines del 2024. Cosan, la cual es operada por Rubens Ometto, una de las mayores fortunas de Brasil, sufrió fuertes presiones de inversores que le facturan la compra de la minera Vale, que elevó considerablemente el nivel de endeudamiento del grupo.

Cosan contrató a JP Morgan, quien llevó a cabo una valuación general de activos a partir del cual definir los pasos a seguir. Entre dicho análisis, se pusieron sobre la mesa varias opciones, entre las que se encontraba la eventual venta de su operación en la Argentina.

Quién se quedaría con las estaciones de servicio Shell

A comienzos de este año trascendió el nombre de Trafigura como interesado en la operación local de Raizen. La neerlandesa, otro gigante global del trading de commodities, aterrizó en Argentina en 2018, con la adquisición de 250 estaciones de servicio a Pampa Energía, una refinería en Bahía Blanca, una termina en Campana, una fábrica de lubricantes en Avellaneda y otra terminal en Santa Cruz, que luego vendió a Pan American Energy, por u$s90 millones.

Hoy, bajo la marca Puma Energy, cuenta con 400 estaciones de servicio y 100 puntos de agro. Otra de las empresas que se podría quedarse con las operaciones es Glencore y también se sumó Vitol, empresa que se fundó en 1966 en Rotterdam y luego se mudó a Suiza 10 años posteriores.

Según su página web, maneja cifras impactantes:

  • Comercializa 7,2 millones de barriles por día
  • Vende más de 340 millones de toneladas métricas de crudo y derivados de petróleo por año
  • Hace más de 6000 transportes marítimos cada 12 meses
  • Cuenta con una capacidad de procesamiento de más de 850.000 barriles diarios en siete refinerías
  • Tiene capacidad global de almacenamiento en torno a los 24 millones de metros cúbicos
  • Su red supera las 10.000 estaciones de servicio y abastece de combustible para aviones en 150 aeropuertos del planeta

Asimismo, la empresa es la propietaria de la operación de downstream de Shell en Australia (excluida aviación). La compró en 2014, por u$s 2600 millones. Cabe recordar que hace un año, Vitol mostró intención de ingresar al mercado argentino de downstream.

Synergia Oil, una de sus sociedades locales, aprobó una reforma de estatuto que habilitó a Vitol Power Argentina a asumir sus operaciones y explotar estaciones de servicio con bandera propia.

De hecho, podría ofrecer agroservices y centros de lubricación, más allá de la comercialización y distribución de combustibles y lubricantes. Por último, hubo rumores de negociaciones que Raizen tuvo con Saudi Aramco, petrolera estatal de Arabia Saudita, para lograr una especie de asociación que le permita salvar sus activos locales, que finalmente no se concretaron.

Fuente: iProfesional