El sector refleja el efecto de la apreciación del tipo de cambio: precios más bajos en términos reales, más competitividad, y una recuperación parcial del poder de compra de los salarios.
En un contexto de precios en baja en términos reales y de leve recuperación del salario, las ventas de naftas en Argentina crecieron un 3,9% interanual durante los primeros siete meses de 2025, según el último informe del mercado de combustibles elaborado por la consultora Economía & Energía.
El reporte traza un diagnóstico integral del mercado local, y revela una dinámica particular: los precios de los combustibles bajaron en pesos constantes, pero subieron en dólares respecto de años anteriores. Esta aparente contradicción se explica por la apreciación del tipo de cambio, que redujo el valor interno sin afectar el valor relativo internacional.
Entre enero y julio de 2025, el precio de las naftas (ajustado por inflación) fue 17% inferior al promedio de la última década y 9% más bajo que el del trienio 2021-2023. En comparación con enero de 2024, cuando se registró el valor más alto de los últimos años, la caída fue del 20% en términos reales.
Sin embargo, cuando se mide en dólares, la historia cambia: el precio promedio fue 3,5% más alto que la media de la última década y 15% superior al de 2021-2023. Incluso tras una ligera depreciación del tipo de cambio en los últimos meses, las naftas en julio de 2025 seguían un 10% más caras en dólares que a comienzos del año pasado.
El gasoil mostró una evolución paralela. Su precio en pesos constantes fue 11% inferior al promedio de los últimos 10 años y 10% por debajo del trienio 2021-2023. La caída frente a comienzos de 2024 fue del 25% en términos reales.
En dólares, en cambio, el precio se sostuvo: fue 11% superior al promedio de la última década y, en julio de 2025, seguía 10% por encima de enero de 2024. Esto ayudó a mantener estable la rentabilidad del sector, especialmente en el mercado mayorista.
Salario vs. combustible: una recuperación silenciosa
Uno de los datos más relevantes del informe es la mejora en el poder adquisitivo del salario medido en litros de combustible. En promedio, un salario puede comprar 1.059 litros mensuales, un nivel 5% superior al promedio de la última década.
Este repunte se explica por una recomposición del salario real en la segunda mitad de 2024, sumada a la baja en los precios relativos de los combustibles. Así, tras un 2024 con fuerte deterioro, el 2025 muestra una mejora sostenida en la capacidad de consumo energético de los hogares.
Distribución geográfica del consumo
Las regiones de Buenos Aires y Centro siguen concentrando más del 60% del consumo nacional de naftas y gasoil. En los primeros siete meses de 2025:
- Las ventas cayeron frente al récord de 2023, pero superaron los niveles de 2024.
- Todas las provincias mostraron crecimiento interanual, salvo la Patagonia Sur en el caso del gasoil.
- Buenos Aires, NOA y Cuyo lideraron el crecimiento en valores absolutos.
- Patagonia norte y sur siguen teniendo el mayor consumo per cápita.
- Solo Centro, Buenos Aires y Cuyo evitaron la caída del consumo por habitante.
El informe de Economía & Energía muestra un mercado de combustibles en reacomodamiento, donde la apreciación del tipo de cambio ayudó a bajar los precios internos en términos reales, incentivando el consumo. Las ventas crecen levemente, el salario se recupera en litros, y el mercado se vuelve más competitivo, incluso para gigantes como YPF.
“El gran desafío será mantener esta tendencia en un contexto macroeconómico aún inestable y con un mercado global energético en constante transformación”, concluye el informe.
Fuente: Mejor Energía