El proyecto demandará una inversión de u$s400 millones, aplicará al RIGI y permitirá recuperar la refinería obsoleta de San Lorenzo, en Santa Fe
El directorio de YPF S.A. aprobó la creación de Santa Fe Bio para la producción y comercialización de bio-combustibles de última generación. La producción se orientará fundamentalmente a SAF – Sustainable Aviation Fuel para la aviación y alternativamente a HVO – Aceite Vegetal Hidrotratado, con propiedades similares a las del gasoil.
La decisión, que había sido anticipada meses atrás por el CEO y presidente de YPF, Horacio Marín, forma parte del proyecto de la denominada YPF del Futuro, por el cual la compañía prevé incursionar en distintas fuentes energéticas por fuera de los hidrocarburos, tal el caso de la energía nuclear.
Marin también anuncio recientemente que la petrolera va a formar la empresa YPF Agro, un spin off de la unidad de negocios dedicada a abastecer de insumos al sector agropecuario, y en este caso también eligió un modelo de asociación, ya que licitará la venta del 50% de la participación y cederá su management.
En el caso de Santa Fe Bio, el proyecto demandará una inversión estimada en u$s400 millones, que se prevé será estructurada mayoritariamente por un modelo de finance project, a partir de un acuerdo con un socio estadounidense especializado en este tipo de productos.
Cómo será la planta para producir combustibles de aviación
Santa Fe Bio aprovechará la infraestructura existente en la refinería de San Lorenzo, donde se instalará una planta de pretratamiento de materias primas y la Biorrefinería de última generación. También, se adecuarán instalaciones del complejo industrial para llevar adelante la producción.
El proyecto se desarrollará en dos fases y se prevé la aplicación al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). Estos bio-combustibles se producirán a partir del procesamiento de aceites vegetales y residuos, grasas animales, entre otros.
Santa Fe Bio estará conformada en partes iguales entre YPF y el grupo estadounidense Essential Energy, una compañía referente en la elaboración y comercialización de biocombustibles de primera y segunda generación, con presencia en el mercado nacional e internacional.
Ambas compañías comenzaron a trabajar en la factibilidad del proyecto en diciembre de 2024, tras la firma de un Memorando de Entendimiento (MOU) y continúan trabajando en los términos contractuales finales de su vinculación.
YPF se suma a un negocio del futuro
El combustible de aviación (SAF) es reconocido por organismos internacionales como la única alternativa sostenible y escalable del transporte aéreo a mediano plazo. Por esta razón, se proyecta un crecimiento de la demanda en los próximos años, abriéndose una oportunidad de exportación a Europa y Estados Unidos con altas exigencias y necesidad de producto de calidad certificado (ISCC).
La ubicación de la Refinería de San Lorenzo resulta estratégica para este tipo de proyectos por la disponibilidad de materia prima en esta zona núcleo productiva y el vínculo con el puerto que habilitan la logística de comercialización.
Con este paso, YPF ingresa enun mercado global en expansión, alineado con las exigencias ambientales del sector aerocomercial y con alto potencial de desarrollo en los próximos años.
El proyecto está dentro de la estructura de la Vicepresidencia de Nuevas Energías en lo que en un principio se iba a denominar YPF Bio, una nueva figura para la petrolera estatal que le permitirá incursionar en un nuevo negocio a la compañía pero enfocada en producir y exportar SAF.
La base de esta nueva unidad se asienta sobre la posibilidad de reconvertir la refinería ubicada en el puerto santafesino de San Lorenzo, que lleva años inactiva y que cuenta con terminal portuaria sobre la Hidrovía, pero la idea no es competir en el segmento de los biocombustibles que se producen de manera más eficiente y abundante en la región centro del país.
La vieja refinería de San Lorenzo
La Refinería San Lorenzo tiene una larga historia en el Cordón Industrial de esa ciudad santafesina. Fue fundada en 1938 por YPF, que tuvo su propiedad hasta 1993, cuando fue privatizada y vendida a Pérez Companc. Luego fue propiedad de la española Repsol y más tarde de la brasileña Petrobras.
En 2002 pasó a manos de Oil Combustibles y, a fines de 2018, fue adquirida nuevamente por YPF en sociedad con Dapsa por u$s85 millones en medio de un proceso de liquidación judicial de activos por el proceso de quiebra.
La empresa petrolera estatal tiene la titularidad exclusiva de las instalaciones de la refinería y el puerto emplazado sobre la hidrovía Paraná-Paraguay; todo el complejo incluye la destilería, planta de despacho de combustible, parque de tanques, planta de asfalto y un puerto de gran envergadura.
Fuente: iProfesional