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El aplazo de la actualización de los impuestos a los combustibles líquidos generó una pérdida en la recaudación estimada en un equivalente a más de 1.400 millones de dólares. El impacto en las provincias y la puja con el gobierno nacional.

Los impuestos a los combustibles líquidos fueron foco de tensiones y reclamos formales de las provincias a Nación, no solo por la actualización parcial, sino también por la distribución de los fondos que debían coparticiparse. En lo que va del año se dejó de recaudar un aproximado equivalente a unos 1.400 millones de dólares a nivel nacional. Se trata de fondos que, entre sus objetivos según Ley 27.430, tienen como destino obras eléctricas y principalmente viales.

La postergación de impuestos a los combustibles tiene como objetivo principal evitar aumentos mayores en los precios de la nafta y el gasoil. No es una maniobra nueva de la administración de Javier Milei, sino que comenzó durante el gobierno de Mauricio Macri (impulsor del esquema actual) y se agudizó de la mano del kirchnerismo posteriormente (ver datos adelante).

A nivel general, y según el Título IV de la mencionada ley (27.430), el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (CO2) se reparte entre un 25% a las provincias (a través de instituciones y fondos específicos principalmente) y el otro 75% queda en manos de Nación (también distribuido en instituciones, fondos y fidecomisos).

Impuesto a los combustibles: el reparto de los fondos perdidos


Según consignó un informe de la consultora especializada Economía y Energía (E&E), de Nicolás Arceo, en el periodo entre enero y julio de este año, la postergación y/o implementación parcial de la carga impositiva a la nafta y el gasoil generó una pérdida de recaudación equivalente a unos 1.438 millones de dólares. Se trata de un monto que arrastra decisiones anteriores que condicionan la aplicación actual (ver recuadro).

El documento se elaboró en base a información de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA, exAFIP) y de la secretaría de Energía de Nación.

  • Del total mencionado, unos 150 millones de dólares (10%) correspondían a las provincias, destinado a Vialidad, Obras de Infraestructura y al Fondo Especial de Desarrollo Eléctrico del Interior (F.e.d.e.i.).
  • Otros 217 millones de dólares (15%) destinados al Fondo Nacional de la Vivienda (Fo.Na.Vi) que trabaja directamente con los organismos provinciales. Según la Ley 24.464 y sus modificaciones, a Río Negro y Neuquén le correspondía un 4,50% y 4,30% del total, respectivamente.
  • Por último, unos 1.071 millones de dólares (75%) correspondían a Nación repartido entre Anses; el Tesoro Nacional; Fideicomisos de Infraestructura Hídrica y de Transporte y, de Compensación del Transporte público.

Impuesto a los combustibles: la puja con las provincias


La voluntad del Gobierno Nacional de privatizar la operación y mantenimiento de las rutas que controlan, a través del cierre de Vialidad Nacional (que dicho sea de paso quedó entrampado entre medidas cautelares) es parte de la puja con las provincias. En la región acumula reclamos públicos por parte de los gobernadores Rolando Figueroa y Alberto Weretilneck.

Sus planteos quedaron plasmados en su participación en las Jornadas de Energía de Diario RÍO NEGRO. Además de reclamar que más del 20% del precio de los combustibles son impuestos nacionales, señalaron que esos fondos “no están yendo a ningún lado”. En el caso de la ciudad de Neuquén, como en otros municipios, se implementó una Tasa Vial para compensar la menor recaudación de los impuestos nacionales.

Sin éxito, y en una agenda compartida, ambos gobernadores solicitaron a Nación la “provincialización” de rutas nacionales (con especial foco en la Ruta 22 y 151); Contrato de operación y mantenimiento; y, por último, que el Estado nacional lo resuelva con fondos propios o con una concesión.

Una situación similar alcanza también a la ampliación de las redes de transporte eléctrico. La publicación en el Boletín Oficial de las resoluciones 715/2025 y 311/2025 definieron dos elementos clave: a) la prioridad de ejecución de 16 obras de ampliación de las redes de transporte; y b) se intuyó a la secretaría de Energía de Nación que avance la licitación de las primeras tres.


Por qué y cada cuánto deben aumentar los impuestos


Según el esquema actual, el Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL) y al Dióxido de Carbono (CO2) se deben actualizar trimestralmente sobre la base de las variaciones del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que suministre el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

En la práctica esto no sucede regularmente, las últimas administraciones nacionales desdoblaron los aumentos. En algunos casos incluso no los aplicaron y postergaron subas, en detrimento de la recaudación nacional, lo que generó una bola de nieve de atrasos y una “herencia” compleja a futuro.

Esto se debe a que las refinadoras aplican aumentos en línea (o para compensar) con la evolución del precio de barril de petróleo internacional; del aumento de los biocombustibles que se usan para la producción; y de la relación entre el peso y el dólar.

El aplazo, o aplicación parcial de impuestos, tiene como objetivo permitir una recomposición más importante de la caja de las productoras de combustibles, y un impacto menor en el bolsillo de los consumidores, ya que las empresas los trasladan al precio de los surtidores.


Impuestos a los combustibles: cuál fue el año que más se perdió


Tal como se indicó al inicio de este artículo, la postergación o desdoblamiento de los impuestos a los combustibles se tradujo en una pérdida de recaudación de un equivalente a 1.438 millones de dólares, entre enero y julio de este año.

Como se ve en el gráfico (ver abajo) la cifra actual equivale a más del 71% de todos los fondos que no se recaudaron el año pasado. Además los registros desde 2019 hasta la fecha marcan como año más crítico el 2023, que según el Indec cerró con un Índice de Precios al Consumidor (IPC) acumulado anual superior al 211%.

La pérdida de recaudación anual por la postergación de impuestos. (Fuente: E&E)

En 2023 se perdieron de recaudar un equivalente a unos 2.783 millones de dólares. El año anterior el impacto había sido de 1.792 millones de dólares, mientras que en 2024 el golpe fue de 2.011 millones de dólares.


Impuesto a los combustibles: cuánto deberían aumentar la nafta y el gasoil


A través del Decreto 522/2025, publicado el pasado 31 de julio, el Gobierno nacional actualizó los montos de los impuestos a los combustibles líquidos de manera parcial y se postergó otra parte para el próximo 1 de septiembre, aunque no es garantía de aplicación. Como se vio en otros decretos publicados este año, cada vez que se aplazan los impuestos se define una «actualización total», y la práctica muestra nuevas postergaciones.

En detalle, según el decreto, se aplicará en esa fecha lo que “resulte remanente” correspondiente al primer trimestre de 2024; la totalidad del segundo, tercer y cuarto trimestre de 2024; así como también la totalidad del primer trimestre de 2025. Sin mencionar que se sumará al acumulado actual, el monto correspondiente al segundo trimestre del vigente año.

En un cálculo general, en promedio a nivel nacional, desde la consultora Economía y Energía, estimaron que los impuestos a los combustibles hoy representan unos 260 pesos por litro de nafta y otros 192 pesos por litro de gasoil.  

De aplicarse el acumulado actual de impuestos postergados, la cuota de la carga impositiva debería pasar de 260 a 478 pesos en el caso de la nafta, y de 192 a 310 pesos en gasoil.

Fuente: Rio Negro