Horacio Marín, presidente y CEO de YPF, anticipó que el desarrollo pleno de Vaca Muerta convertirá a Argentina en un exportador neto de petróleo y gas no convencional con un volumen estimado de 30.000 millones de dólares anuales desde 2031. En una entrevista, el ejecutivo explicó que este ambicioso objetivo se alcanzará sumando los esfuerzos de toda la industria energética nacional.
Marín detalló que el plan estratégico de YPF, conocido como “4×4”, prevé multiplicar por cuatro la producción y la exportación energética durante los próximos seis años. Según el directivo, este crecimiento demandará inversiones cercanas a los 200.000 millones de dólares y un intenso ritmo de perforación, ya que los pozos no convencionales presentan un declino de producción superior al 60% en su primer año.
Entre los proyectos claves mencionó el oleoducto a Punta Colorada, cuya primera etapa estará operativa a mediados de 2026. La obra requerirá 3.000 millones de dólares de inversión privada y permitirá evacuar crudo sin cuellos de botella logísticos. Con esa infraestructura, Argentina podrá exportar hasta 20.000 millones de dólares anuales en petróleo a partir de 2030.
Respecto al gas, Marín afirmó que el país cuenta con reservas suficientes para cubrir más de dos décadas de consumo interno y duplicar la producción hacia 2030. El desarrollo gasífero de Vaca Muerta abastecerá la demanda domiciliaria, la generación eléctrica y la industria petroquímica, además de habilitar exportaciones regionales y de Gas Natural Licuado (GNL).
El CEO señaló que YPF priorizó el foco en Vaca Muerta debido a su competitividad: el costo operativo promedio de un barril en el yacimiento no convencional ronda los 5 dólares, frente a los 32 dólares que requieren los campos maduros convencionales. Para optimizar recursos financieros y humanos, la compañía está transfiriendo estas áreas tradicionales a empresas más pequeñas.
Consultado sobre la política de precios de combustibles, Marín explicó que YPF aplica un mecanismo de ajuste mensual basado en modelos matemáticos para evitar fluctuaciones bruscas que afecten al consumidor. Por esa razón, la empresa decidió no subir los precios de inmediato tras el último conflicto en Medio Oriente, mientras evalúa la situación del mercado internacional.
En relación a la red de estaciones de servicio, el directivo destacó iniciativas orientadas a diversificar la experiencia del cliente. Entre ellas, un plan piloto que reduce el precio de la nafta durante la noche en CABA, Mendoza y Rosario, y el objetivo de superar a grandes cadenas de comida rápida, dado que YPF ya vende más de medio millón de hamburguesas al mes.
Marín también anunció que la compañía avanzará con la regionalización de la oferta gastronómica, incorporando productos típicos de cada provincia, como alfajores cordobeses, para fortalecer el vínculo con las comunidades y potenciar a los dueños de estaciones de servicio independientes.
La estrategia de expansión contempla además alianzas internacionales clave, como el acuerdo con ENI para exportar 50 millones de metros cúbicos diarios de GNL a partir de una inversión que se definirá en enero próximo. YPF operará toda la cadena productiva, desde la extracción hasta el transporte con barcos flotantes de GNL.
Sobre la gobernanza de la compañía, Marín remarcó que su gestión mantiene autonomía respecto al gobierno nacional y que no recibe instrucciones políticas. “Nuestra relación con el Estado se limita a la participación en el directorio a través de la acción de oro”, aclaró.
Finalmente, al ser consultado sobre su liderazgo, resumió su fórmula en “trabajar más duro que nadie y alinear a todo el equipo con una visión clara de país”. Su meta es posicionar a YPF como la empresa líder global en tecnología, productividad y compromiso dentro de la industria de no convencionales.
Fuente: Info Energía