Fabricantes recomiendan utilizar el combustible sugerido según el modelo; mezclarlos con frecuencia puede derivar en problemas
Se sugiere seguir la recomendación de los fabricantes ya que ellos determinan con precisión qué tipo de combustible es el adecuado para cada vehículo.
Diseñar un automóvil es un proceso complejo y extenso que puede demorar entre cuatro y seis años, desde el trazado de los primeros bocetos hasta la puesta en marcha de la producción en serie. En ese camino, cada decisión técnica es cuidadosamente evaluada por los equipos de ingeniería, incluyendo la elección del tipo de motor y el sistema de alimentación que utilizará.
Ya sea que el modelo adopte una motorización tradicional a combustión o una alternativa —como híbridos, eléctricos o impulsados por hidrógeno—, los fabricantes determinan con precisión qué tipo de combustible es el adecuado para ese vehículo. Esta elección no es menor: cada motor está diseñado para operar bajo ciertas condiciones de presión y temperatura que determinan su eficiencia y durabilidad.
Fuente: LN