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Se acerca la fecha limite para la presentación de ofertas, lo que marca un hito significativo en el traspaso de áreas maduras por parte de la principal operadora del país. Entre los oferentes hay firmas que ya se vienen desenvolviendo en la cuenca San Jorge y otros que pretenden hacer pie en la región.

El plazo para la presentación de ofertas por las áreas de las que se desprenderá YPF llega a su fin el viernes 7 de junio. Entre ellas, se destacan los bloques en Chubut y Santa Cruz, aunque los activos en esta última provincia no están completos en esta etapa. En medio de las clausulas de confidencialidad y el hermetismo, hay gran expectativa por que empresas pasarán el “primer filtro” en el “Proyecto Andes”, que continuará al menos hasta agosto para conocer los resultados.

Los bloques en Chubut constan de 3 áreas principales, como Campamento Central-Cañadón Perdido, de importancia histórica por ser el sitio de inicio de la explotación petrolera en 1907. Sin embargo, su producción ha disminuido considerablemente en comparación con años anteriores.

Enap Sietrol, compañía chilena que también inició un proceso de desprendimiento de activos, en este caso para vender definitivamente su filial argentina. La empresa tiene una participación del 50% en Campamento Central-Cañadón Perdido, en sociedad con YPF, y ya cerró la primer parte del proceso de selección del comprador. Además, tiene una participación menor en Termap y también está presente en la cuenca Austral, con importante explotación gasífera. La fecha de cierre de venta es el 5 de julio, lo que significa que el nuevo socio del área comodorense deberá evaluar la oferta que eventualmente se presente por este activo.

Otro bloque destacado es Escalante-Trébol, que también ha experimentado reducciones en su producción.

El interés por estas áreas no solo radica en su potencial de producción actual, sino también en su valor futuro. Además, el contexto energético nacional, con el ascenso de Neuquén debido a Vaca Muerta, influye en la percepción de estas áreas.

Las empresas interesadas, tanto locales como foráneas, están ansiosas por participar en este proceso. Sin embargo, la falta de información técnica puede dificultar la presentación de propuestas. YPF busca garantizar que el nuevo operador pueda hacer frente a los desafíos ambientales y financieros asociados con estas áreas.

El Golfo San Jorge, con su rica historia petrolera, se convierte en un punto clave en esta transición. Según indicaron un relevamiento de ADN SUR, empresas como CapsaPilgrim Energy, y la recientemente formada NCY (‘Nacimos con YPF‘) están entre los posibles oferentes para estas áreas, demostrando un fuerte interés en esta región estratégica.

A estas firmas, conocidas en la región, se suman otras más externas, como Pecom, que si bien tuvo una histórica presencia con la operación en Pampa del Castillo, décadas atrás y ha vuelto a brindar servicios en la cuenca, no está tan presente en el registro de los últimos años; y Andes, de Mendoza, formada por ex directivos de YPF.

Incluso hubo menciones a Petróleos Sudamericanos, otra empresa originaria de tierras mendocinas.

El compromiso de remediación ambiental es un factor crucial en la transacción, ya que el nuevo concesionario heredará tanto las áreas como las responsabilidades ambientales asociadas. Además, la garantía de mantener los puestos de trabajo es fundamental para el futuro de la región.

El traspaso de estas áreas no estará exento de desafíos, como la necesidad de reducir costos operativos y mantener la rentabilidad en un entorno competitivo. Sin embargo, con la participación adecuada de empresas sólidas y una gestión eficiente del Estado, la cuenca San Jorge podría vislumbrar un futuro prometedor.

Fuente: La opinión