z.system
  • El presidente de la petrolera avisó que peligra la inversión si no se aprueba el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones de la Ley Bases.
  • El régimen bajará el costo de capital de la obra, pero hay polémica con la industria nacional por el nulo desarrollo de proveedores locales previsto.

El presidente y CEO de YPF, Horacio Marín, aseguró este jueves que sin la aprobación del Congreso a la Ley Bases, que contiene el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), no habrá desarrollo para la producción y exportación de Gas Natural Licuado (GNL), que requeriría inversiones por unos 30.000 millones de dólares hasta 2031.

“Sin RIGI, no hay GNL”, avisó el ejecutivo petrolero, que dentro de dos semanas viajará a Kuala Lumpur, Malasia, para apurar el proyecto que tiene en estudio YPF con Petronas y que tendría una decisión final de inversión (FDI, por sus siglas en inglés) en julio de 2025.

YPF, según dijo Marín, piensa en asociar a toda la industria petrolera al mega proyecto “Argentina LNG”, una obra que sería la más grande de infraestructura de la historia del país. Para eso, ya tendría conversaciones avanzadas con Pan American Energy (PAE). Así lo expresó en el VI Fórum Nacional de Energía de LIDE Argentina en el Alvear Palace Hotel, donde lo escuchaba en primera fila Alejandro Bulgheroni, presidente de PAE.

Además, la petrolera buscará también como socios al resto de los principales productores de gas de Vaca Muerta, entre ellos Tecpetrol (Paolo Rocca), la empresa en donde trabajó Marín hasta el año pasado, y Pampa Energía (Marcelo Mindlin). Estas dos compañías tenían en estudio por su cuenta proyectos pequeños de gas licuado que no serían rentables.

Marín ubicó a la Argentina como un potencial quinto o sexto exportador de GNL en el mundo en la década que empezará en 2030, con unos 120 millones de metros cúbicos diarios (MMm3/d) de gas natural, por detrás de Estados Unidos, Qatar, Australia, Rusia y Malasia. La demanda está en la Unión Europea -Alemania, Francia, España-, China y la India.

Los técnicos de la industria consideran que el gas de la Argentina puede ser competitivo a nivel mundial con un precio de hasta 8 dólares por millón de BTU a la salida del puerto, lo que significaría un precio “en boca de pozo” de hasta US$ 3, que hoy es perfectamente alcanzable -las petroleras obtienen alta rentabilidad en Vaca Muerta a US$ 3,50 y contractualizaron su demanda a través del Plan Gas hasta 2028-.

Tamaña inversión para el GNL, enterrada en caños, la infraestructura de 3 gasoductos “dedicados” equivalentes al Néstor Kirchner (GPNK) de Vaca Muerta, el armado en el exterior de al menos 2 barcos gigantes que transformen el gas natural a su estado líquido -enfriándolo a 161 grados bajo cero para comprimir 600 veces su volumen y facilitar su transporte- y hasta la construcción de un puerto de aguas profundas que podría ubicarse en Punta Colorada, Río Negro, o la utilización del puerto de Bahía Blanca, en Buenos Aires, necesita también grandes garantías.

Polémica sobre el “RIGI”

El RIGI ofrece una gran baja del costo de capital a las inversiones mayores a los US$ 200 millones, estabilidad tributaria con muy bajos impuestos, acceso libre a los dólares y preferencias aduaneras para las importaciones, lo que sería la única forma de otorgar rentabilidad al proyecto, según el presidente de YPF.

No obstante, ese título de la Ley Bases es uno de los más cuestionados en el Senado y volvería con cambios a Diputados, en caso de tener una media sanción en general.

La Unión Industrial Argentina (UIA), tras una reunión de su Junta Directiva, destacó este martes la “importancia de contar con un régimen que dinamice las grandes inversiones”, pero sus autoridades “advirtieron que la actual configuración podría fomentar la competencia desleal en detrimento de los proveedores nacionales“. Y remarcaron la necesidad de “desarrollar las cadenas de valor para consolidar el entramado productivo, apalancar a las PyMEs y generar empleo de calidad en todas las regiones del país”.

El ex ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas publicó en su cuenta de X (Twitter) que el RIGI “está fundamentalmente orientado a la inversión en actividades primarias y admite la posibilidad de importar sin ningún tipo de arancel cualquier bien de capital, repuesto y otros insumos sin aclarar que estos deban ser nuevos o usados, con lo cual incluso se da la posibilidad de que operadores internacionales ingresen maquinaria ya utilizada generando una competencia desleal con instrumental obsoleto; es decir, donde no hay transferencia de la mejor tecnología internacional, que es uno de los objetivos que debe perseguir cualquier régimen de incentivos a las grandes inversiones.

“El RIGI desarma toda política destinada a desarrollar proveedores, estimular el compre argentino y mejorar la competitividad de la industria y las pymes. Nuestras industrias deberán pagar aranceles de importación para ciertos insumos que no deberán afrontar quienes ingresen en este régimen, generando desincentivos groseros a la producción en el país”, evaluó Kulfas.

Fuente: Clarín