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El expendio de combustibles marcó en marzo el mayor retroceso en tres años. Los consumidores migran hacia la gasolinas más baratas y el monto global vendido se contrae

Desde el primero de mayo habrá un nuevo aumento en los combustibles que puede ser de al menos un 8 por ciento. En ese marco, las ventas de nafta gasoil cayeron en marzo 12,1% respecto del mismo mes del año anterior, la más fuerte de los últimos tres años según un informe de la consultora Politikon Chaco en base a datos de la Secretaría de Energía.

Este fue el cuarto mes consecutivo en baja, tras la liberación del precio que definió el Gobierno en diciembre pasado y un aumento acumulado que supera el 110 por ciento. De todos modos, el primer trimestre cerró con ventas totales a nivel nacional por 4,2 millones de metros cúbicos, 7,4% por debajo del mismo periodo de 2023 y 3,2% de retracción respecto al 2022. El reporte arrojó que se encuentra por encima de los primeros trimestres de 2019, 2020 y 2021.

“Observando por tipo de combustible, las ventas acumuladas de las naftas exhiben una contracción del 6,8% contra el primer trimestre 2023, mientras que en el caso del gasoil la caída es del 8,2%”, detallaron.


Las ventas de combustibles cayó por cuarto mes consecutivo.

Según precisó Politikon Chaco, el mes pasado se comercializaron 1.392.288 metros cúbicos de combustible al público. Respecto a febrero el resultado fue 2,1% superior, aunque eso no impidió que el volumen sea uno de los más bajos de los últimos dos años.

En marzo las naftas concentraron el 56% del total del expendio de combustibles. En tanto que el gasoil representó el 44% restante. Una distribución que se mantiene desde finales del año pasado.

n cuanto a sus desempeños, la consultora resaltó que las naftas tuvieron una baja del 9,4% interanual pero con una alta disparidad: la venta de super se retrajo 4,4% mientras que las premium 23,3 por ciento. Eso muestra una demanda que migra hacia un producto de menor precio, ante los fuertes incrementos.

Por su parte, el gasoil tuvo un desplome del 15,4% interanual: el común 16,6% y el premium 13%, en línea con una menor movilidad por la profundización de la recesión.


El gasoil tuvo un desplome del 15,4% interanual en marzo.

“Marzo profundizó el panorama negativo a lo largo del territorio nacional: solamente una de las veinticuatro jurisdicciones subnacionales exhibió incremento en la comparación interanual: Río Negro con +0,9%, suba traccionada por el gasoil (+2,9% vs. -0,9% en nafta)”, enumeró la consultora.

“Por el contrario, en las veintitrés jurisdicciones restantes las ventas de combustibles se contrajeron: las caídas más leves se observan en CABA y Catamarca (-1,5% y -4,6% respectivamente); en el otro extremo, Misiones (-27,0%) y Formosa (-23,9%) mostraron las caídas más fuertes, altamente influenciadas por la merma de la compra fronteriza como ya se había observado en enero y febrero pasados”, añadieron.

A partir del primero de mayo está prevista una nueva actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) que las petroleras -YPF, Shell, Axion y Puma Energy- trasladarán al surtidor. El aumento en los precios de la nafta y el gasoil será de al menos 8% en caso de que la suba del tributo contemple la inflación completa del cuatro trimestre de 2023, tal como estaba previsto originalmente, a lo que podría sumarse la devaluación mensual del 2% que aplica el Banco Central de la República Argentina (BCRA) y el camino a valores internacionales que emprendieron las empresas del sector.


YPF lidera el mercado local de ventas de combustibles.

Según pudo saber Infobae de fuentes oficiales que trabajan en el tema, el Gobierno no descarta que ese incremento del 8% se aplique en dos tramos divididos entre el mes que viene y junio para no sumar mayor presión al Índice de Precios al Consumidor (IPC) del Indec. Una vez resueltos los traslados pendientes del 2023 quedará en estudio la posibilidad de postergar nuevas subas del tributo, lo que dependerá de la evolución del indicador en abril y mayo.

Es que el “sinceramiento” en precios regulados que comenzó el 10 de diciembre pasado, incluso con algunas marchas y contramarchas, complicó el objetivo oficial de llegar a una inflación de un dígito lo más rápido posible.

Por caso, el ICL estuvo congelado desde mediados de 2021 hasta febrero pasado, cuando comenzó a aplicarse la primera de cuatro cuotas de incremento en base a la inflación trimestral de 2021 y 2022 según lo dispuesto por la Secretaría de Energía. El Ministerio de Economía espera sumar 0,5 puntos del PBI adicionales este año por este concepto para compensar el intento fallido en el Congreso de subir las retenciones con la primera “Ley Bases”. Una especie de atajo que encontraron para ayudar a sostener superávit fiscal.


Luis Caputo hace equilibrio entre el ajuste y la inflación.

El primero de marzo se computó la actualización del impuesto correspondiente al primer y segundo trimestre del 2023. En abril se aplicó la suba correspondiente al tercer trimestre. Los incrementos promedio de los combustibles fueron 7,5% y 4,6%, respectivamente, lo que totalizó un aumento del 110% desde que asumió Javier Milei.

Según lo definió el Gobierno a través del Decreto 107/2024, en mayo debería trasladarse el incremento correspondiente al cuarto trimestre del año pasado, que será el de mayor impacto por la aceleración inflacionaria que generó la devaluación.

El Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) estimó a través de un informe al que accedió Infobae que ese proceso implica un incremento del impuesto de monto fijo de $70 que eleva el tributo desde $132 por litro a $202, es decir, un salto del 53 por ciento. Teniendo en cuenta los precios vigentes en YPF, proyectaron: “Considerando el valor de un litro de nafta súper, esta actualización del tributo (bajo el supuesto de traslado pleno) implicaría pasar de un valor de $966 a $1.036 en la ciudad de Córdoba, es decir, un incremento del 7,2%. En CABA pasaría de $837 a $907, aumentando un 8,3 por ciento”.

Fuente: Infobae