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En los últimos 10 años, sólo Manantiales Behr mostró una suba de producción, con un 34% de incremento entre 2013 y 2023. Otras 13 áreas, de Santa Cruz y Chubut, tuvieron un marcado retroceso, con una fuerte merma de la inversión. Hay 4.500 puestos de trabajo en juego.

Hasta ahora sólo hay trascendidos, pero quienes participaron de las reuniones con el presidente de YPF en Comodoro Rivadavia no dudan de que las decisiones que tomará la compañía apuntan a reducir su presencia en la cuenca San Jorge.

Con un marcado hermetismo, autoridades políticas y referentes del sector empresario están a la espera de la confirmación oficial de cuáles serán las áreas que la petrolera de mayoría estatal dejará de operar en esta región, como también bajo qué modalidad. Es decir, si habrá una reversión hacia el Estado provincial o si será un traspaso entre privados. O una combinación entre ambas, teniendo en cuenta que la compañía opera alrededor de 10 áreas en Santa Cruz y 4 en Chubut.

Desde Santa Cruz, ámbitos oficiales del gobierno de la provincia divulgaron semanas atrás que la operadora revertiría la totalidad de las áreas que opera en el norte santacruceño, pero el alcance de esa decisión no está claro. Aunque no salieron a desmentirlo directamente, referentes de la petrolera dejaron entrever en los últimos días que no hay acuerdo aún en torno a la eventual reversión, pero tampoco hubo más precisiones.

En Chubut también hay falta de claridad en cuanto al alcance de la decisión, pero las fuentes consultadas a uno y otro lado de la mesa en la que se reunió Marín con referentes del gobierno provincial, del municipio y del ámbito sindical, coinciden en que la petrolera dejaría 3 de las 4 áreas que tiene concesionadas en Chubut, para quedarse sólo con la operación de Manantiales Behr.

MANANTIALES BEHR ELEVÓ SU PRODUCCIÓN UN 34% EN LA ÚLTIMA DÉCADA, PERO LAS OTRAS ÁREAS DE YPF EN CHUBUT Y SANTA CRUZ BAJARON FUERTEMENTE

Tal como refirió ADNSUR oportunamente, además de Manantiales Behr en Chubut YPF opera los bloques Campamento Central-Cañadón Perdido, Escalante-Trébol y Restinga Alí.

A excepción de Manantiales Behr, que ha tenido importantes hitos de producción a partir de las técnicas de recuperación terciaria, los otros yacimientos tienen curvas en baja, ya que, si bien hubo también intentos de optimizar a través de terciaria, no habrían dado los mismos resultados que en el primero de los nombrados.

Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación, en diciembre de 2023 la producción de Manantiales Behr fue un 34% más elevada que la obtenida 10 años atrás, en diciembre de 2013. En efecto, en el último mes del año pasado la petrolera extrajo de ese suelo chubutense un total de 131.292,6 metros cúbicos de petróleo, contra sólo 97.476 metros cúbicos obtenidos en el mismo mes, una década atrás. La diferencia equivale a alrededor de 213.000 barriles adicionales.

En sentido contrario, la producción en Campamento Central se redujo a menos de la mitad, al comparar diciembre de 2013, cuando entregó 32.173 metros cúbicos, contra 15.000 de diciembre último, con una reducción de 107.000 barriles.

En El Trébol también hay una merma, aunque algo más atenuada, al reducirse desde casi 47.000 metros cúbicos en diciembre de 2013 hasta 36.700 metros cúbicos en diciembre último, con una caída del 22%, que redujo en este caso unos 63.000 barriles.

Si se toma el año completo, la proyección se mantiene: en 2023 YPF produjo en Chubut un total de 2.159.413,8 metros cúbicos, lo que significa alrededor de 13,6 millones de barriles de petróleo. El volumen es mayor al del año 2013, cuando totalizó 2.016.575,2 metros cúbicos, equivalente a unos 12,7 millones de barriles. Es decir, el año pasado su producción creció un 7% comparado contra 2013, que fue el primero posterior a la estatización parcial, llevada adelante en abril del año 2012.

En las áreas de Santa Cruz se dio un proceso marcadamente negativo, porque al considerar el total de las 10 áreas, la producción cayó un 42%. Mientras en diciembre de 2013, YPF producía 332.228,9 metros cúbicos, en diciembre del año pasado se retrajo a 191.962 metros cúbicos.

Si se considera todo el período completo, la producción entre enero y diciembre de 2013 alcanzó los 3.648.156 metros cúbicos, mientras que durante todo el 2023 alcanzó sólo 2.241.838 metros cúbicos. La caída se mantiene en el orden del 38%, con una caída de producción de casi 9 millones de barriles.

QUÉ PASÓ CON LA INVERSIÓN EN SANTA CRUZ Y CHUBUT

Parte de lo ocurrido con la producción se explica con lo que pasó con la inversión, aunque con algunos matices. En 2013, YPF invirtió en Chubut un total de 335 millones de dólares, mientras que para 2023 proyectó un desembolso de 318,5 millones de dólares, de acuerdo con las declaraciones juradas publicadas por la compañía en el sitio oficial de la Secretaría de Energía de la Nación.

La meta de inversión resulta un 5% más baja que lo destinado en aquel período, pero la producción, a partir de los buenos resultados de Manantiales Behr, subió  un 7%. Es decir que la rentabilidad de lo invertido tuvo un crecimiento, aun cuando las otras áreas tuvieron las mencionadas pérdidas de producción.

En Santa Cruz se dio un proceso más marcado en la desinversión, ya que la compañía desembolsó un total de 790 millones de dólares en 2013, contra sólo 505 millones en 2023, lo que significa una caída del 36%. Esa baja es similar a lo que muestra la curva de producción, con el mencionado retroceso del 38% en el volumen extraído el año pasado.

Hay que advertir, sin embargo, que el año pasado representó una suba de inversión de YPF en Santa Cruz, ya que entre 2016 y 2021 los montos anuales habían caído fuertemente, oscilando los 260 millones de dólares por año. Lo mismo ocurrió en Chubut, con valores que estuvieron por debajo de los 250 millones de dólares entre 2016 y 2019.

EL EFECTO MÁS TEMIDO: QUÉ PASARÁ CON LOS PUESTOS DE TRABAJO

Aun cuando YPF se quede con la operación de Manantiales Behr, la preocupación existente en la cuenca San Jorge es por los puestos de trabajo que involucra la actividad de la compañía actualmente.

Algunas estimaciones que circularon en ámbitos oficiales en las últimas semanas dan cuenta de que, al considerar el total de la actividad, tanto en Chubut como en Santa Cruz, es decir en el conjunto de la cuenca San Jorge, hay alrededor de 4.500 puestos de trabajo, entre directos e indirectos, que dependen de la actividad de YPF en la región.

En ese punto, entra en juego la modalidad con la que YPF se desprendería de algunas de sus áreas, asumiendo la hipótesis de la que dan cuenta los trascendidos. Si hay un traspaso entre privados, el compromiso debería ser el de respetar contratos y el personal contratado, como ocurrió en otros procesos similares, por caso en Santa Cruz cuando Sinopec vendió su concesión a CGC, o incluso en Chubut cuando Capex asumió las áreas de Enap Sipetrol, en Pampa del Castillo y de Sinopec, en Bella Vista Oeste.
Sin embargo, no está claro cuál será la modalidad, ya que un proceso de reversión, es decir la devolución al Estado para que éste inicie un proceso de licitación y adjudicación, podría implicar una demora de varios meses, que pondría entre signos de interrogación la continuidad de esos mismos empleos.

Así las cosas, se aguardan definiciones que serán vitales para conocer qué le depara a la cuenca San Jorge el año 2024, iniciado hace apenas un mes, pero con procesos de cambio que podrían deparar consecuencias para el próximo lustro. Para atenuar el efecto negativo, cabe además otra pregunta: ¿qué herramientas utilizará el gobierno de Chubut, para valorizar el crédito a favor que supone el buen rendimiento de Manantiales Behr, en la que la principal operadora del país aún tiene interés?

 

Fuente: Adnsur