08/05/2024
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Energía y Minería quedan bajo el ala de Caputo, con las tarifas en la mira

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Es para agilizar las medidas relacionadas a las tarifas, para bajar subsidios en el marco del “ancla” fiscal. Luego pasarán al Ministerio de Infraestructura.

Pese a los anuncios iniciales, finalmente energía y minería, dos áreas estratégicas para el futuro económico del país, quedarán bajo el ala del Ministerio de Economía, que encabeza Luis Caputo, y luego pasarán al Ministerio de Infraestructura, como se había informado inicialmente, donde pasarán a depender de Guillermo Ferraro. Es para agilizar las medidas relacionadas al marco regulatorio de las tarifas, para bajar subsidios en el marco de la búsqueda de un “ancla” fiscal.

Lo que resta definirse son los funcionarios: si bien en Energía está confirmado Eduardo Rodríguez Chirillo, encargado de armar todo el plan energético de Javier Milei antes de que el economista ganara en las elecciones primarias, no ocurre así con Minería. En las reuniones de traspaso participó el abogado Sergio Arbeleche, con una extensa carrera como defensor de la minera Barrick Gold, pero no fue confirmado oficialmente.

Fuentes oficiales aseguraron a Ámbito que “Minería y Energía quedan momentáneamente en Economía por cuestiones de firma en lo que hace a subsidios y tarifas”. Sin embargo, agregaron que “las obras energéticas y vinculadas con la minería ya pasan”, y luego el marco regulatorio pasará en “el corto plazo”, aunque no hay precisiones exactas de fechas.

De hecho, así se ve en el decreto publicado en el Boletín Oficial sobre la reducción de ministerios. En el artículo 20 queda establecido que el Ministerio de Economía tendrá a cargo la “elaboración, propuesta y ejecución de la política nacional en materia de energía, de minería y de comercio”.

En particular, el DNU agrega que el Palacio de Hacienda deberá entender en la “elaboración y fiscalización del régimen de combustibles, y supervisar lo referido a la fijación de sus precios”, “entender en la elaboración de la política nuclear”, “entender en la ejecución y control de la calidad de la producción minera” y “hacer cumplir los marcos regulatorios de regímenes de tarifas, cánones, aranceles y tasas de la minería”.

En tanto, el mismo DNU establece que el Ministerio de Infraestructura quedará a cargo de la “ejecución de las obras de infraestructura vinculadas a la minería y energía”, en particular en el “diseño y ejecución de proyectos tanto en fuentes de generación como transporte de recursos energéticos y mineros” y además “entender en la aplicación de modelos energéticos sustentables en lo que refiere al hábitat, con el fin de impulsar desde las diferentes regiones las energías renovables”.

Foco en subsidios y tarifas

Sin financiamiento internacional para el corto plazo y en la búsqueda de cortar con la emisión monetaria, el “plan Caputo” buscará tener un ancla fiscal, por lo que el sector energético espera que una de las medidas esté relacionada con el recorte de los subsidios energéticos, que en la práctica implicará una suba en las tarifas de luz y gas.

Como en todo plan de estabilización, el mercado espera un sinceramiento de los precios relativos. Desde diciembre del 2019 a octubre del 2023 las tarifas fueron las que quedaron más atrasadas, solo por delante del rubro de comunicación. Según el economista Amilcar Collante, el ítem vivienda, agua, electricidad y gas se multiplicó por 5,6, inclusive por debajo del dólar oficial (5,9). Mientras que el nivel general de precios se multiplicó por 8,8 en ese mismo período, del otro lado, lo que más trepó fue el dólar blue (se multiplicó por 13,2), mientras que el rubro del IPC que más subió fue prendas de vestir y calzado (se multiplicó por 12,1).

En tanto, si bien los subsidios energéticos acumulan una baja del 19,9% interanual en términos reales en el acumulado a noviembre, producto de la caída de transferencias a Cammesa, existe un fuerte atraso tarifario. En las tarifas eléctricas del AMBA es de 67% para los N1 (ingresos altos), 299% para los N3 (ingresos medios) y 407% para los N2 (ingresos bajos), según se desprende del Observatorio de tarifas y subsidios que elabora el IIEP-UBA-Conicet.

La factura promedio de un hogar de altos ingresos es 2,5 veces superior a la de un hogar de ingresos bajos, con una fuerte disparidad según las distintas provincias del país. El atraso tarifario es, según el trabajo, producto de la aceleración de la dinámica inflacionaria, y el “virtual congelamiento” desde mayo. Además, mientras que un usuario de altos ingresos para el 100% del costo estacional de generación, los de ingresos medios pagan tan solo el 18%, y los de ingresos bajos el 15%.

 

Fuente: Ambito

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