19/05/2024
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Los subsidios siguen en baja y para el 2024 caerán 1 punto del PBI

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Solo en energía, los subsidios caen casi 20% en lo que va del 2023. Para el año que viene continuará la baja, explicado por una merma en los costos de generación eléctrica, menores importaciones de gas y la segmentación tarifaria

Los principales subsidios económicos a los sectores agua, energía y transporte tuvieron en octubre un crecimiento acumulado anual del 79,7%, respecto de igual periodo del año anterior, pero si se tiene en cuenta a la inflación, se observa que cayeron 16,6% en términos reales.

Así se desprende del trabajo mensual que realiza el Observatorio de tarifas y subsidios IIEP-UBA-CONICET. Hasta octubre, se acumula una ejecución del 80% respecto del crédito vigente para todo el año.

Sector energético

El crecimiento nominal de los principales subsidios es liderado por el sector energético, dado que representa el 76% de los subsidios. En términos absolutos, es el rubro con mayor incremento nominal ($993.636 millones) lo cual explica el 73% del aumento en las transferencias acumuladas en el año.

Sin embargo, más allá de la masa de subsidios que representa el sector energético, si se tiene en cuenta la inflación, se observa que hubo una caída en 2023, primer año que regirá la segmentación de las tarifas de luz y gas, y con nuevas obras de infraestructura.

Los subsidios energéticos ascendieron a $2.345.966 millones en el período enero-octubre. En el mismo período del 2022 habían sido de $1.352.331 millones. Esto significa una baja en términos reales de 19,4%.

La mayor caída en términos reales se dio en las transferencias a Cammesa (-36,6%). Se trata de la compañía de gestión público-privada que opera el mercado eléctrico mayorista. En el acumulado 2023 las transferencias ascienden a $1.308.054 millones.

Según explicó Julián Rojo, economista del IAE Mosconi y del IIEP-UBA, esto se da por dos motivos: por un lado, por la segmentación de las tarifas, que implica que los usuarios llamados N1, con industrias y comercios, pagan el 100% del costo de la generación. Por otro lado, por el aplanamiento de costos, que están mayormente en dólares y no siguieron la misma dinámica que la inflación. Los costos se aplanaron por menos gas importado, que por traerse en buques de GNL tiene un precio elevado, y por mayor cantidad de agua disponible para la generación hidroeléctrica, que tiene precios más competitivos. Por lo que, con una actualización tarifaria mediante, fueron cayendo los subsidios a Cammesa, informó Rojo.

Donde si se registraron incrementos de los subsidios en términos reales fue en la compañía estatal Energía Argentina (Enarsa): en el acumulado del año fueron $884.682 millones, un incremento de 24,6% real comparado contra el mismo período del 2022. Esto se dio fundamentalmente por la compra de barcos de GNL, según detalla el trabajo del IIEP.

Otro de los aumentos en los subsidios fue en el Plan Gas.Ar, que son los incentivos a la producción de gas natural: las transferencias acumulan $93.185 millones en lo que va del año, una suba del 73,1% en términos reales.

Pese a la baja de los subsidios energéticos, tanto la factura promedio de energía eléctrica de gas natural del AMBA se se redujeron en términos reales desde diciembre de 2019. “Es esperable que en ausencia de nuevos incrementos la factura final promedio de los servicios energéticos se reduzca en términos reales hacia finales del año debido a la dinámica inflacionaria”, agrega el informe.

El motivo por el cuál caen los subsidios al mismo tiempo que las tarifas (en términos reales) se explica por el aplanamiento de los costos, pero también porque hoy hay un tercio de los hogares que paga el costo completo de la energía. “Los costos no responden exclusivamente de la inflación y las tarifas reales si van ajustada por inflación. Las tarifas se actualizaron, pero la inflación es tan alta que te licúa todos los meses”, detalló Rojo, experto en temas energéticos. En paralelo, la tarifas ajustada por inflación caen porque a los usuarios de ingresos medios y bajos (N3 y N2) no se les fueron actualizando.

Presupuesto 2024

El trabajo realizado por el IIEP pone la lupa en los subsidios proyectados para 2024 en el proyecto de ley de presupuesto que fue enviado al Congreso. El proyecto contempla créditos para atender subsidios por un total de $5 billones, una reducción real del 65% anual dadas las proyecciones de inflación oficiales (IPC creciendo 69,5% anual). De todos modos, el informe aclara que las expectativas del mercado relevadas por el BCRA ascienden al 135% anual.

Los créditos para subsidios energéticos continuarán explicando la dinámica de los subsidios totales, con un peso del 71% en el total de las transferencias. En este sentido, se proyecta un crecimiento del 24% real, explicado por un aumento de los subsidios eléctricos a (CAMMESA) del 61%, mientras que a los subsidios al gas natural (Plan Gas.Ar) se le asigna un 78% más de crédito respecto de 2023.

Los subsidios a la energía se presupuestan en 1% del PBI, mientras que el transporte representaría el 0,4% del producto. Es decir, se proyecta una reducción de los subsidios a la energía y al transporte del 70% y del 33% respectivamente en términos del PBI respecto a 2023. Este recorte del 0,9% del PBI en el total de subsidios, será principalmente explicado por una baja en los costos de generación eléctrica y menores importaciones de gas y “en menor medida por aumentos tarifarios”, explica el trabajo.

Por segmento, se observa que muy distinto será el caso del agua: se proyecta que los subsidios al agua potable a AYSA tengan una reducción muy significativa, del 93%, que implica su virtual eliminación, detalla el trabajo.

Dos indicadores utilizados para medir de magnitud del peso de los subsidios en las cuentas públicas (relación con déficit y gasto primarios) indican que el peso de los subsidios en 2024 se encontraría por debajo del promedio histórico, detalla el informe del IIEP. En 2024 se presupuestan subsidios que representarán el 89% del déficit fiscal primario proyectado y el 8% sobre los gastos primarios proyectados, en este último caso regresando a niveles del 2019. De todos modos, el trabajo aclara: “Las posibles ampliaciones presupuestarias pueden modificar estos parámetros”.

 

Fuente: Ambito

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