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La práctica tiene como objetivo regenerar los ecosistemas y producir más, en menos espacio. Es impulsada por cada vez más empresas de consumo masivo, aunque de diferentes sectores

La agricultura regenerativa surge en un contexto en el que la necesidad de procesos productivos sustentables se vuelve cada vez más urgente. Se trata de un conjunto de prácticas agrícolas que fomentan la biodiversidad, mejoran la salud y la fertilidad del suelo, capturan carbono y también protegen y restauran recursos naturales.

Según quedó reflejado en el evento Agro Summit, organizado por El Cronista y la revista Apertura, esta práctica, que tiene como objetivo principal regenerar los ecosistemas, es el pilar central de las empresas que buscan reducir o eliminar sus emisiones de carbono a futuro.

 

Una de ellas es Bayer CropScience. Daniel Aguzín, líder comercial de la firma alemana para la Argentina y Uruguay, aseguró que esta práctica tiene el desafío de alimentar al mundo, pero también de restaurar el planeta: “Hay que producir más cantidad con menos espacio, pero, a la vez, regenerando el planeta”.

“La agricultura tiene la posibilidad de capturar parte de los gases de efecto invernadero y almacenarlos como carbono orgánico”, precisó Aguzín. A su vez, comentó que aproximadamente el 30% de los gases que actualmente están en la atmósfera se pueden capturar.

Por su parte, Natalia Giraud, directora de Asuntos Corporativos y Comunicaciones de Unilever, explicó: “Antes, trabajábamos con agricultura sustentable. Hoy, estamos hablando de regenerar para tener un sistema agroalimentario en el futuro”.

En el caso de Nestlé, más del 70% de sus emisiones a nivel global provienen de la materia prima que utilizan para producir sus productos. Por esa razón, según Verónica Rosales, directora de Comunicaciones y Asuntos Públicos para la Argentina, Uruguay y Paraguay de la firma de alimentos, la agricultura regenerativa es “su hoja de ruta”. “Tenemos dos objetivos. Uno es que el 50% de los ingredientes clave que Nestlé utiliza para elaborar sus productos provengan de campos que implementen esta práctica. El segundo es lograr cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para 2050″, sostuvo.

Claudio Galmarini, director regional del INTA en Mendoza-San Juan, se refirió a los desafíos técnicos del país en esta técnica. “Hay cada vez más conciencia acerca de la sostenibilidad ambiental. Pero, para evaluar si estamos en el rumbo correcto hacen falta cinco años”, dijo y agregó: “El rendimiento de alguno de los cultivos puede que baje al principio, hasta que aprendamos a manejarlo”.

“La Argentina es uno de los lugares donde más rápido está creciendo esta práctica. Eso le da una herramienta muy poderosa”, explicó Aguzín sobre la agricultura de precisión, una tendencia que está en alza y que busca producir la misma cantidad, con menos recursos gracias a los datos, la información y la tecnología.

Fuente: Cronista