Automotrices y concesionarias recortan previsiones por las falta de dólares. Impacto por el mayor cepo importador.
Por este motivo, por la situación macroeconómica se perderían unas 5.000 unidades de ventas, por falta de vehículos.
La semana pasada, el Gobierno encareció un 7,5% el valor del dólar que se utiliza para importar. Para esta operación se toma el precio mayorista de la moneda estadounidense.
Esta mayor presión fiscal se trasladó al valor de los 0km con las listas de agosto. Entre el ajuste por la inflación mensual, más el recargo impositivo, hubo aumentos de hasta 15% en algunos modelos.
A esto se sumó que el Gobierno tiene trabada la liberación de permisos para importar vehículos para las terminales que son las principales importadoras de 0km con alrededor del 97% de las operaciones. Fue una decisión tomada para frenar la demanda de dólares, en el marco del acuerdo que se está negociando con el FMI.
Esto provocará un retraso en la entrega de vehículos al mercado, lo que agravará el abastecimiento. El problema es que las automotrices no saben cuándo se reanudarán las operaciones.
La consecuencia directa de esta situación es que se alargarán los plazos de entrega que, en muchos casos, requieren más de 10 meses. También presionará para mayores aumentos y sobreprecios en el segmento de los autos importados.
En varias concesionarias consultadas reconocieron que el stock de vehículos importados es casi nulo y les será difícil afrontar el mes si no reciben productos en los próximos días. También es cierto que, ante la incertidumbre electoral y cambiaria, es posible que prefieran no desprenderse de las pocas unidades que tienen hasta que haya alguna certeza en los próximos días sobre la economía.
A fines del año pasado, se estimaba un mercado total para el 2023 de 425.000 vehículos teniendo en cuenta, en ese momento, una restricción mayor a las importaciones. Sin embargo, con el correr de los meses, los permisos para importar fueron saliendo en un ritmo razonable y los cálculos de volumen subieron a un mercado anual de entre 450.000 y 460.000.
Ahora, ante la situación actual, volvieron a reducir las previsiones y creen que se cerrará en 435.000 unidades.
“Estimamos un mercado menor al que imaginábamos hacer tres. Podrían ser 435.000 vehículos, pero es difícil saber si será así porque todo dependerá de lo que suceda después de las PASO. No sabemos si vamos a mantener ese objetivo, lo vamos a superar o tendremos que hacer un recorte mayor”, explicó una fuente del sector.
En la actualidad, se venden más vehículos nacionales que importados por lo que el impacto de las restricciones corresponde a los modelos que llegan del exterior, pero la situación de la producción también es delicada porque la mayor parte de las piezas que se utilizan para fabricar un 0km son importadas y los problemas para ingresar piezas o insumos para producirlas van en aumento.
De esta manera, las terminales no pueden producir más por el embudo que genera la importación de piezas. Por el momento, los planes de producción se mantienen como estaban previsto, aunque todo estará supeditado a qué pase después de las PASO en cuanto a valor del dólar y al acceso de divisas.
Fuente: Ambito