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La vuelta de YPF al mercado de exportaciones de petróleo, satisfecha la demanda interna, es otro paso hacia la reversión del déficit comercial energético.

La petrolera argentina de gestión estatal YPF firmó este lunes un contrato de exportaciones de petróleo crudo desde a Chile por primera vez en los últimos 16 años. Lo comprará desde Vaca Muerta la Empresa Nacional del Petróleo (ENAP) durante 45 días, para iniciar las pruebas entre mayo y junio del Oleoducto Trasandino (Otasa), que se reactivará a la brevedad.

El contrato es por 41.000 barriles diarios de petróleo (shale oil de Vaca Muerta) y es el “paso inicial para el reinicio de la interconexión energética y petrolera entre ambos países en el largo plazo”, detalla el gerente general de ENAP, Julio Friedmann. Esto implica un negocio mayor a los 2,5 millones de dólares por día de exportaciones o más de u$s 110 millones en un mes y medio.

Una vez superadas esas pruebas, se prevé que se amplíe el contrato, ya que la capacidad total de transporte del caño es de 110.000 barriles de petróleo por día (bpd) e YPF estará en condiciones de completarlo a fin de año.

La producción de petróleo viene creciendo sostenidamente en la Argentina; ya supera largamente los 630.000 bpd (+11% interanual) y el shale oil –no convencional- está a punto de superar al convencional por primera vez en la historia. La expectativa del Gobierno es alcanzar el millón de barriles diarios de crudo en los próximos cuatro años; la mitad sería para exportaciones, ya que la demanda interna no supera los 500.000 bpd.

Exportaciones de petróleo y déficit comercial

El Oleoducto Trasandino (Otasa u OTA-OTC) es una empresa en la que participa ENAP (36,25%), YPF (36%) y su socia en el yacimiento más productivo de petróleo de la región –Loma Campana-, que es la estadounidense Chevron (27,75%). Buena parte del shale oil que se enviará a Chile saldrá de esos pozos que comparten en Vaca Muerta YPF y Chevron tras el acuerdo firmado en 2013.

La Argentina revertirá el déficit comercial energético en 2024

La reactivación del oleoducto es solo una de las obras que se hacen en paralelo para aumentar la capacidad de transporte de petróleo crudo y gas natural desde Vaca Muerta. Además del Gasoducto Presidente Néstor Kirchner (GPNK), se está llevando a cabo la duplicación de la capacidad de Oleoductos del Valle (Oldelval) y la construcción del Oleoducto Vaca Muerta Norte.

De esta forma, con sustitución de importaciones y nuevos contratos de exportación, la Argentina podrá dar vuelta su balanza comercial energética en 2024 y transformarla en superavitaria por unos u$s 8000 millones anuales desde 2025.

 

Fuente: Cronista