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Finalmente la Unión Europea y Alemania han llegado a un acuerdo que supone la ratificación a la ley que prohíbe los motores gasolina y diésel en 2035

Intereses industriales alemanes le han llevado a encabezar un movimiento en contra de la prohibición de la venta de coches con motor de combustible en 2035. Alemania bloqueó la aprobación de la ley en el último paso, cuando se trataba de un mero trámite de visto bueno por parte de los ministros de exteriores de los 27 países miembros.
Una negativa a la que se sumaron Italia y otro países menores como Hungría y Bulgaria. El resultado es que la ley entró en vía muerta hasta este fin de semana cuando parece que se Alemania ha desbloqueado su aprobación.

Alemania da su plácet

Alemania exigía al Parlamento Europeo que la ley incluyera por escrito el permiso a la utilización de los combustibles sintéticos más allá de 2035, no un mero acuerdo tácito sobre su uso.
Los combustibles sintéticos siguen dando magníficos resultados

Los combustibles sintéticos siguen dando magníficos resultados

 

En este caso los combustibles sintéticos son la llave que abre la puerta a la utilización de los motores de combustión más allá de esta fecha. Un detalle mucho más importante de lo inicialmente previsto, pues si todo se desarrolla según lo previsto este tipo de combustibles permitirán que se sigan vendiendo coches de combustión más allá de 2035.

Sí a la combustión

Alemania quería hacer vale la cláusula que habla de los automóviles cero emisiones, normativa que cumplirán los motores de explosión tal y como lo conocemos hoy cuando pasen a funcionar con combustibles sintéticos, también denominados e-fuel.
Precisamente el lobby ecologista de Bruselas se opone a estos combustibles porque supone mantener vivos a los coches de combustión, según ellos el grandes protagonistas de la contaminación mundial.
Fábrica de combustibles sintéticos de Porsche en Chile

Fábrica de combustibles sintéticos de Porsche en Chile

 

Alemania se encuentra a la cabeza mundial en el desarrollo de este tipo de carburantes a través de la firma Porsche, que es propietaria de una de las pocas fábricas de combustibles sintéticos que hay en el mundo. Está ubicada en la Patagonia chilena, donde cuenta con grandes recursos naturales como agua y viento, dos de las materias primas necesarias para el desarrollo de los e-fuels.

E-fuels: excelentes resultados

A día de hoy estos combustibles se usan ya en los aviones y en los equipos de competición de Porsche con excelentes resultados, si bien la marca germana ya anunció en su día que a su llegada a Europa costarían entre tres cinco euros el litro, una cifra inasumible por los consumidores.
Es cierto que esta semana se ha anunciado un coste que podría rondar los 2,80 euros el litros, y es muy probable que siga bajando conforme se creen más factorías más cercanas a Europa. Pues el transporte es su principal problema.
Los combustibles sintéticos nacieron como una herramienta para los clásicos de la marca

Los combustibles sintéticos nacieron como una herramienta para los clásicos de la marca

 

Se trata de un tipo de fábricas no contaminantes pero que consumen grandes recursos hídricos y que necesitan de gran cantidad de energía, en principio renovables, y si bien es cierto que contribuyen a la descarbonización de la atmósfera al no emitir dióxido de carbono, sí que producen monóxido de carbono y amoniaco.
Finalmente lo que busca Alemania con los combustibles sintéticos es mantener en funcionamiento la tecnología de los motores de combustión, en la que Europa es líder absoluto a nivel mundial. Eso sí, la Unión Europea quiere incluir una cláusula por la que los motores de combustión dejarán de funcionar con gasolina o gasóleo, para dar su visto bueno al uso de los e-fuel.
Fuente: El debate