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Continúan las negociaciones para que Berlín levante su bloqueo a la normativa para despedir los motores de combustión en el 2035
Llenar el depósito con este tipo de carburantes, los llamados e-fuels, costaría 210 euros, según un estudio

Las conversaciones para intentar que el rechazo de Alemania, en el último minuto, a la nueva normativa para dejar de comercializar coches con motores de combustión a partir del 2035 en la Unión Europea prosiguen. En un nuevo intento de salvar esta normativa, ya estaba acordada por los colegisladores europeos y clave para cumplir los objetivos climáticos que se ha marcado la Unión, Bruselas ha puesto sobre la mesa de negociación el borrador de una nueva propuesta a medida de las preocupaciones de Berlín que permitiría la venta de vehículos nuevos con motor de combustión interna que funcionen solo con carburantes sintéticos, neutros en carbono, han explicado fuentes comunitarias.

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Beatriz Navarro | Bruselas

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“El fabricante se asegurará de que todos los vehículos alimentados exclusivamente con combustibles neutros en carbono estén equipados con sistemas de inducción de repostaje de combustible” que no permitirán que arranquen “si se alimentan con combustibles que no sean neutros en carbono”, detalla el borrador de la propuesta. La Comisión Europea puntualiza que esta iniciativa solo se tramitaría después de ratificar la aprobación de la norma para jubilar los motores de combustión en la UE, actualmente bloqueada. Berlín sin embargo parece haber abierto la caja de pandora porque ahora Roma también ha puesto condiciones para apoyar la normativa, permitir el uso de biocombustibles.

Alcance

Hasta ahora, los combustibles sintéticos solo se han valorado como alternativa para la aviación

Las reservas planteadas a última hora por Alemania, sumado al voto en contra anunciado por Italia y los rechazos ya conocidos por parte de otros países ponen en peligro la aprobación de la normativa sobre emisiones pues, a pesar de que el texto ya ha sido aprobado por los colegisladores después de dos años de largas y arduas negociaciones, no habría votos suficientes en el Consejo para sacarla adelante. El Ministerio de Transportes germano mantiene silencio ante la nueva propuesta y no está claro que esta concesión vaya a convencer a la facción liberal del Gobierno de coalición alemán para dar su visto bueno a la propuesta original, que aunque incentivará el uso de coches eléctricos no se inclina por ninguna tecnología y solo estipula que a partir del 2035 se prohibirá la venta de vehículos que emitan CO₂.

El alto precio de los primeros intentos de fabricar combustibles sintéticos (el coste de un depósito medio sería de 210 euros, según un estudio de Transport & Environment, que indica que cuestan alrededor de 2,8 euros por litro) explica que, hasta ahora, esta alternativa solo se haya considerado teóricamente para la aviación, donde hay menos opciones que para los coches, pero parte de la industria alemana del sector de alta gama (Porsche y BMW) se plantea trabajar por esta vía y el Gobierno alemán quiere garantías de que no se quedarán fuera del mercado.

Posturas

La actitud de Alemania, bloqueando a última hora un acuerdo de la UE, genera malestar

La actitud de Alemania ha generado malestar entre el resto de socios europeos, que temen no solo por el futuro de la propuesta sino por el ejemplo que está dando a otros países, que pueden verse tentados a hacer lo mismo cuando un tema europeo les genere en el último momento problemas políticos internos. El Gobierno español ha acusado a Berlín de generar “ruido e incertidumbre” mientras el ejecutivo francés, por su parte, ha advertido a Bruselas que debe atenerse a lo acordado y no reabrir el acuerdo inicial. El Gobierno italiano, sin embargo, ha escrito a la Comisión Europea esta semana para plantear que, si acepta el uso de combustibles sintéticos, permita también el uso de biocarburantes.

Fuente: La vanguardia