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En lo que va del año ingresaron apenas u$s827 millones. La sequía y el incremento de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos desalientan la venta de los granos que aún conserva el productor.

Será un enero prácticamente para el olvido o que en realidad pegará fuerte en el balance del primer trimestre en lo que respecta al ingreso de dólares genuinos en la economía. Es que en lo que va del primer mes de 2023 las empresas agroexportadoras ingresaron al mercado de cambios local apenas u$s827 millones y la jornada del pasado miércoles marcó un mínimo histórico con la liquidación de solo u$s7 millones. De esta manera, el acumulado arroja una caída del 58% respecto al mismo período del año pasado y hace prever que todo enero cierre en torno a los u$s1.000 millones.

El actual escenario está muy lejos del récord que experimentó la liquidación de divisas de 2022 que terminó el año con un total de más de u$s40.400 millones y en enero de ese año había sido de u$s2.400 millones. La situación en 2023 cambió drásticamente porque no solo se evidencia una caída significativa en los precios internacionales sino también en la decisión de venta y stock de granos que tienen los productores. El incremento de la brecha entre el dólar oficial y los paralelos, sumado a la incertidumbre que genera la sequía, retrae la comercialización de la soja que aún queda de la campaña 2021/22.

Otro factor clave es que las dos ediciones del denominado dólar soja que se ejecutaron, primero en septiembre y luego en noviembre, aceleraron las ventas de la oleaginosa pero dejaron menor margen para los primeros meses de este año. Además, a este panorama se le suma la pobre cosecha de trigo que se redujo en más del 50% de un año al otro y por eso este grano tampoco está aportando muchas menos divisas por exportaciones.

En el primer trimestre del año pasado las empresas agroexportadoras habían ingreso al mercado de cambios casi u$s8 millones, para el mismo periodo de este 2023 las proyecciones adelantan que podrían liquidarse en total entre u$s3.500 y u$s5.000 millones, en el mejor de los casos.

El escenario de muestra bastante complejo teniendo en cuenta además que la sequía no da tregua y a pesar de que llovió en la última semana y se espera una nueva tanda de precipitaciones para los próximos días, hasta el momento el 54% del área implantada con soja en la Argentina presenta un estado entre regular y malo, según el último relevamiento de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. En este contexto, todo hace prever que la cosecha se recortaría por debajo de las 40 millones de toneladas, así como también el ingreso de divisas.

El último informe de la Bolsa de Comercio de Rosario, teniendo en cuenta los recortes productivos estimados hasta el momento y los precios internacionales a cosecha, marca que las exportaciones de los principales complejos granarios sería en 2023 por un total de u$s36.300 millones, lo que marcaría hasta el momento un retroceso del 13% respecto al año previo.

Asistencia a productores afectados

Mientras tanto y a pesar del marcado retroceso en el ingreso de divisas el Gobierno trabaja a contra reloj para anunciar un paquete de medidas de asistencia a los productores afectados. Este jueves el secretario de Agricultura Juan José Bahillo se reunió con los líderes de la Mesa de Enlace y antes lo hizo con directivos del Banco Nación y la AFIP. El plan contempla otorgar aportes no reintegrables a los más perjudicados o excepciones impositivas y créditos blandos según sea el caso y la afectación de la producción.

Los anuncios llegarán la primera semana de febrero y serán comandados por Bahillo y el ministro de Economía, Sergio Massa, según explican desde la cartera económica el mayor desafío es identificar a todos aquellos que realmente necesitan la asistencia del Estado para así concretar una distribución de la asistencia justa y de forma expeditiva.

 

Fuente: Ambito