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Desde la salida de la pandemia, el gobierno del Frente de Todos ha logrado sólidos números de crecimiento y generación de puestos de trabajo, pero con regresiva redistribución de los ingresos.

“¡Muy bien… falta distribuir mejor!”, así se refirió en sus redes sociales el historiador económico Marcelo Rougier, uno de los mayores especialistas del país en temáticas vinculadas a la industria, al citar la noticia de que, en octubre, la industria argentina había sido la segunda con más crecimiento en el mundo.

Y es que en efecto, el importante crecimiento industrial y económico, pero con baja distribución del ingreso, parece ser un rasgo distintivo de la actual gestión en materia socioeconómica. De acuerdo al estudio del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía, integrado por economistas de la Universidad Nacional de Rosario, tomando como base una actividad “100” para diciembre de 2015, la misma había descendido 3,5 puntos al finalizar el gobierno de Macri (96,5), pero llegó a los 103,4 en septiembre de 2022. Ligado a esto, fueron creados nuevos 700.000 puestos de trabajo registrados tras la recuperación de los perdidos en pandemia.

Sin embargo, el último Informe de Coyuntura del Centro CIFRA de la CTA, planteó que mientras que en 2016 la masa de remuneraciones a los asalariados representaba el 51,8% del Valor agregado total, esa proporción se redujo al 46,1% en el segundo semestre de 2019 “como consecuencia de la caída real de los salarios que tuvo lugar durante el gobierno de Cambiemos”, mientras que para el primer semestre del año pasado, existió “nuevamente un proceso de pérdida de participación de los salarios”, que para entonces descendieron a un equivalentes al 44,5% del Valor agregado.

El reciente informe del Mirador le puso incluso cifras concretas a estos niveles de distribución. Según señalaba, en la actualidad el 10 por ciento más pobre de la población sólo se queda con el 1,9% del ingreso, y tiene un ingreso per cápita medio de $10.000, en tanto que el 50% de la población más desfavorecida tiene un ingreso promedio de 37.600 pesos y se queda con el 21% del ingreso. Por su parte, el 10% más rico, se queda con el 31,3% del ingreso, al contar con un ingreso medio por persona de $164.089.

De acuerdo a otro reciente documento, en este caso producido días atrás por la Universidad Nacional de Avellaneda – UNDAV, la trayectoria descendiente en los ingresos de los trabajadores se inició en diciembre de 2015, ya que hasta septiembre de 2022 los públicos habían caído cerca de 19 puntos en el macrismo y 4 en el actual gobierno, los informales 23 puntos con Cambiemos y 14 con el Frente de Todos, mientras que los privados fueron los únicos que no tuvieron caída en este gobierno, pero perdieron 16 puntos con Macri.

Según señala a Ámbito Pablo Ferrari, investigador de esta casa de estudios, “la salida de la Convertibilidad en 2002 fue una instancia de gran regresividad en los ingresos, debido a la devaluación abrupta y desocupación, que generaron un salario que se desplomó y muy baja distribución ingreso”. Tras ello, Ferrari sostiene que “vino una leve recuperación con el gobierno de Eduardo Duhalde, sobre todo por los aumentos decreto, mientras que en el proceso de los gobiernos kirchneristas se dan dos hitos como el regreso a las paritarias y la suba del Salario Mínimo, lo cual genera una redistribución incluso dentro de la clase trabajadora”. A todo ello, apunta el investigador “se sumó el crecimiento de la actividad, la caída en la desocupación y un incremento del trabajo registrado, lo que llevó a una redistribución en ascenso, exceptuando períodos puntuales como los de la crisis internacional de 2009”.

Dicho ascenso finalizó en 2015, aunque no el crecimiento de la actividad económica una vez finalizado el gobierno de Cambiemos y la pandemia. El actual modelo de alto crecimiento y aumento del trabajo combinado con baja redistribución. definido también por los investigadores del Conicet Martín Schorr y Francisco Cantamutto como “neodesarrollista”, parece exhibirse así como el característico del actual gobierno, a la espera de los datos del último año de gestión, que consolidarán o modificarán este trazado.

 

 

Fuente: Ambito