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Los técnicos de CAMMESA trazaron un panorama para los usuarios del AMBA y otras regiones. Las medidas que se evalúan para evitar un colapso del sistema

Mientras apuesta a garantizar la provisión de combustibles para las centrales térmicas con una importación contrarreloj de 680.000 metros cúbicos de gasoil y fueloil que ingresarán desde mediados de enero, los técnicos de la CAMMESA -la administradora del mercado eléctrico mayorista- elaboraron un informe de situación que perfila como será el funcionamiento del sistema interconectado nacional y los riesgos de fallas que podría registrar el abastecimiento eléctrico (cortes de luz) en dos primeros meses de 2023.

El trabajo -que fue analizado en la última reunión de directorio del año de la CAMMESA- focalizó las mayores posibilidades de cortes e interrupciones de suministro durante las horas de mayor demanda en cuatro regiones: la costa atlántica, Gran Buenos Aires, NOA y NEA.

En cambio, salvo que se registren eventos extraordinarios, no se avizoran problemas ni restricciones para atender las altas demandas estivales en las provincias de Cuyo, la Patagonia y la región del Comahue.

En lo que respecta al interior de la provincia de Buenos Aires, el trabajo pone el acento en el aumento de la demanda que se espera en la costa atlántica por “las condiciones favorables del turismo nacional”.

Alerta que en las zonas que ocupan las ciudades costeras “no hay seguridad de continuidad del suministro” porque “varias estaciones transformadoras, que rebajan desde 132 kV o desde 66 kV a media tensión, estarán sobrepasadas en los picos extremos de demandas”.

Si bien indica que por el lado de las redes de transmisión de 500, 220 y 32 kV no se esperan restricciones de suministro, el informe destaca que “seguirán siendo necesarias tanto la generación distribuida diésel, como la generación precaria para evitar sobrecargas y bajas de tensiones”.

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Los cortes de luz son habituales durante las épocas de alta temperatura

Las regiones del país más expuestas a cortes de luz en el verano

 

En cuanto a la situación prevista para los usuarios del Gran Buenos Aires en las horas pico de demanda, los técnicos de la CAMMESA trazaron un panorama donde sobresalen los siguientes problemas:

  • Riesgos de cortocircuitos por disminución de la altura de los conductores y construcciones debajo de las líneas y también por quema de pastizales
  • Compensadores estáticos de General Rodríguez indisponibles y requerimiento de alta disponibilidad de potencia reactiva de generadores.
  • Transformadores de Ezeiza y General Rodríguez y varias líneas de 220 kV operando al límite y con cargas altas.
  • Para evitar cortes se requiere tener todos los compensadores sincrónicos de Ezeiza disponible y una generación mínima ante el caso e indisponibilidad del ciclo Dock Sud.

 

En el caso de la región del NOA, el informe de situación del sistema eléctrico advierte que “en días de demandas extremas por temperatura, cualquier cortocircuito puede provocar una desconexión masiva de equipos de aire acondicionado”.

Agrega, además, que la línea de El Bracho – San Miguel de Tucumán y de la de Independencia – Agua Blanca se encuentran altamente cargadas y que varios transformadores de rebaje 132/33/13,2 kV operan con cargas superiores al 100% de su capacidad.

Los cortes de luz son una de las grandes preocupaciones de los argentinos en el verano

Cortes de luz: qué medidas se analizan

 

El informe señala también que podría haber problemas con las generadoras térmicas de la región que operan solo con gas proveniente de Bolivia debido a los menores envíos que se esperan desde los yacimientos de ese país. Y deja planteada como alternativa una mayor importación de energía eléctrica desde Bolivia y Chile.

Por el lado de la región del NEA, subraya que “los colapsos de tensión se seguirán produciendo porque se registra una situación similar a la del verano anterior”.

Para reducir los cortes propone encarar dos medidas urgentes: una campaña masiva para disminuir la demanda proveniente de los equipos de aire acondicionado recomendando ponerlos en 26 ºC en lugar de los clásicos 24 ºC y trabajos de mantenimiento en las redes 500; 132; 33 y 13,2 kV para evitar cortocircuitos por defectos en los equipamientos o por incendios debajo de las líneas.

En lo que respecta a las provincias de la región de Cuyo, el informe sostiene que “si bien ante grandes picos de demanda, con alta proporción de aires acondicionados, puede producirse algún cortocircuito que lleve a desconexión masiva de demanda, no se esperan restricciones al normal abastecimiento”.

Añade que en materia de generación se espera “un aporte apreciable de generación fotovoltaica y se no se prevé indisponibilidad de máquinas térmicas”.

En el caso de la zona del Comahue, el cuadro de situación indica que hay un “buen nivel de tensiones de la red de 132 kV, a excepción de la Estación Transformadora Bariloche en períodos de altas demandas” y que “no se esperan indisponibilidades de la generación en la red de 132 kV, ni restricciones de abastecimiento”.

Por último, la evaluación sobre las provincias de la Patagonia señala que existen líneas de 132 kV operando con altas cargas y que se requiere una coordinación operativa por la alta proporción de generación eólica.

Destaca también como algo positivo que por su “topología radial la región tiene automatismos de DAG y DAD actualizados para evitar colapsos ante fallas que producen aislamiento” y que en caso de desconectarse la única línea que tiene con el sistema nacional, la provincia de Santa Cruz podría funcionar en modo isla vincualda con Río Turbio.

 

Fuente: Iprofesional