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Si un conductor quiere respetar esta norma, el resto lo insulta, le toca bocina o le tira el auto encima. Está normalizado hacer las cosas al revés.

La ley de tránsito en la Argentina tiene algunos grises, pero en este caso es muy clara: la prioridad de paso en una rotonda la tiene quien circula por ella. Entonces, ¿por qué hay lugares en los que esta norma no se respeta?

Cualquiera que haya manejado un auto en el Área Metropolitano de Buenos Aires sabrá que la prioridad de paso en rotondas es una de las normas de tránsito menos respetadas, sino la más.

Es un caso muy curioso, dado que ya está normalizado hacer las cosas al revés. Quien intenta respetar la ley en una rotonda de Buenos Aires (tanto en la Ciudad como en el Conurbano) se expone a bocinazos e insultos por parte de otros conductores.

Si un conductor viene por una rotonda y no frena para cederle el paso al que ingresa, no sólo queda expuesto a agresiones verbales sino a un accidente grave. Del otro lado no levanta nadie. Los que ingresan a la rotonda vienen habitualmente a fondo y al que intenta pasar le tiran el auto encima. ¡Y todo esto por intentar respetar la ley! Una cosa de locos…

Prioridad de paso en rotondas: cuando la ley es clara, pero cada uno hace lo que quiere

Saliendo el AMBA, hay otras provincias importantes en las que no se respeta en lo más mínimo la prioridad. Una de ellas es Córdoba, donde los conductores sufren la misma suerte.

Una provincia en la que sí se respeta es Mendoza. Allí, los conductores que intentan ingresar a una rotonda frenan a cero si es necesario para cederle el paso a quien circula por ella.

Prioridad de paso en rotondas: qué dice la ley

El Artículo 43 de la Ley Nacional de Tránsito indica que, en rotondas, “tiene prioridad de paso el que circula por ella sobre el que intenta ingresar debiendo cederla al que egresa, salvo señalización en contrario”. Y a su vez establece que “la circulación a su alrededor será ininterrumpida sin detenciones y dejando la zona central no transitable de la misma, a la izquierda”.

La ley, además, ordena advertir la maniobra con suficiente antelación, mediante la señal luminosa correspondiente, que se mantendrá hasta la salida de la encrucijada, circular desde treinta metros antes por el costado más próximo al giro a efectuar, reducir la velocidad paulatinamente y reforzar con la señal manual cuando el giro se realice para ingresar en una vía de poca importancia o en un predio frentista.

Es importante tener claro que si existe un paso peatonal previo a la rotonda, el peatón siempre tiene prioridad por sobre cualquier tipo de vehículo, ya sea auto, colectivo, camión, bici, moto o cualquier otro.

Además, es clave saber que si un vehículo ingresa a una rotonda para seguir derecho luego por la vía en la que venía, debe acceder por el carril externo y mantenerse en él. También tiene que señalizar con las luces de giro que abandonará la rotonda justo cuando haya pasado la salida anterior a la suya.

 

Fuente: TN