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Pasaría de 180 días a 60 o 30 días, según el tamaño de las empresas. Se anunciará en los próximos días.

El sector automotor está por recibir una noticia alentadora dentro de un contexto de serios problemas para producir. Entre lo que resta de esta semana o la próxima el Gobierno anunciará una reducción de los plazos de pagos a proveedores del exterior, lo que aliviaría el abastecimiento de insumos importados para terminales y autopartistas. Al menos, eso es lo que esperan en las industrias según el compromiso “de palabra” que recibieron de la Secretaría de Comercio que conduce Matías Tombolini.

El cambio de régimen en la administración del comercio exterior aplicado el mes pasado extendió el tiempo para cancelar las deudas con las empresas del exterior que venden a las fábricas locales materias primas, insumos y piezas.

Hasta antes de esta modificación, el Banco Central liberaba en un plazo de menos de 60 días los dólares al valor oficial para pagar esas obligaciones. Con el nuevo sistema se extendió a 180 días.

Esto provocó que los proveedores del exterior decidieran cortar los envíos porque no estaban dispuestos financiar a las empresas argentinas durante ese mayor plazo.

De esta manera, los autopartistas locales dejaron de recibir productos y advirtieron que eso implicaría que se corte el suministro a las terminales. Esto puede tener un impacto concreto en las próximas semanas.

Es por eso que el Gobierno y las automotrices están manteniendo reuniones esta semana, tal como adelantó Ámbito, para solucionar el problema.

La idea que se está consensuando es reducir de 180 días a 60 días la liberación de divisas para pagar afuera para las empresas del sector en general, aunque las compañías más chicas podrían acceder a dólares en un plazo de 30 días.

Esto sería exclusivamente para insumos para la producción. En cambio, para la importación de vehículos el tiempo para recibir divisas para pagar al exterior pasaría de 180 días a 120.

En todo caso, si las empresas quieren importar 0 km está vigente el mecanismo para que lo hagan utilizando sus propios dólares. Esto implicaría operar a un dólar de $300 o más, como la cotización financiera, en lugar del hacer a los $160 del oficial.

La otra alternativa es que las casas matrices financien esas importaciones. Todo esto implicaría un aumento de los 0 km por lo que las empresas asociadas en ADEFA se oponen. Hay que recordar que las fábricas importan gran parte de su gama.

En cambio, el mecanismo está siendo utilizado por los importadores de marcas no radicadas que, en general, apuntan a un segmento más alto de modelos.

En tanto, la situación en las fábricas es delicada y viven en permanente paradas de producción.

Como adelantó Ámbito la semana pasada, Nissan tuvo que dejar de producir en la planta de Córdoba. Este lunes reanudó.

Hoy Volkswagen también produce de forma discontinuada sus modelos Taos y Amarok en la planta de General Pacheco. Esto no está relacionado con las trabas para importar sino que se debe a procesos de calidad.

General Motors también redujo el ritmo de fabricación del modelo Cruze, en la planta de Santa Fe, para priorizar las piezas para el SUV Tracker. Esto se debe a los compromisos de exportación.

También hay casos como faltantes de semiconductores que viene afectando a Ford o Toyota tuvo que sacar unidades de Hilux de la línea de montaje por demora en la llegara de barcos desde Asia.

La apuesta de todas a las automotrices a sostener la producción hasta que llegue el período de vacaciones que se inicia en la segunda quincena de diciembre.

 

Fuente: Ambito