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Expertos consideraron que para contener el cambio climático es necesario que los gobiernos desregulen el mercado eléctrico.

Para detener los efectos que genera el cambio climático en el mundo, pero sobre todo en la región de América Latina, es fundamental que los gobiernos transiten hacia el desarrollo de energía renovable y con ello el arribo de inversiones de esta naturaleza.

Así lo dijeron Marcelo Rosso, representante del Capítulo Latinoamérica y Caribe de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), y José Ramón Ardavín, director ejecutivo de la Comisión de Estudios del Sector Privado para el Desarrollo Sustentable (Cespedes), al participar en el Foro Forbes Economía Verde y Desarrollo Sostenible.

Y es que en varios gobiernos de Latinoamérica, pero esencialmente en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en México, se ha virado a un impulso por la producción de energías fósiles y se ha marginado a empresas privadas que buscan participar en el sector energético a través de energías verdes.

“Para el combate al cambio climático sí es fundamental la transición energética a energías renovables. No hay ningún país del mundo que pueda combatir eficazmente el cambio climático sin hacer una fuerte transición a un mucho mayor porcentaje a energías renovables”, consideró Ardavínal participar en el panel “La reinvención de América Latina”.

“Esto depende de los recursos de cada país, pero en el caso de México tenemos una insolación extraordinaria, de las mejores del mundo y también tenemos, en muchos lugares, muy buenos vientos, y también tenemos oportunidad de utilizar energía hidráulica. Lo importante es que haya una libertad en el mercado para poder incrementar la inversión”.

El especialista consideró que la apertura de inversiones en el sector eléctrico podría beneficiar a países como México para avanzar más rápido en la transición energética, ya que habría mayor oferta para actualizar redes de transmisión eficaces.

“La electricidad es trasversal a la economía o sea en todas las cosas todos utilizamos electricidad. Y la electricidad es uno de los pocos sectores de la economía donde ya hay alternativas sustentables que son más baratas que las energías fósiles, donde hay tecnología, son baratas. Lo que se necesita es certidumbre jurídica de largo plazo”, sostuvo.

En tanto, Marcelo Rosso, representante del Capítulo Latinoamérica y Caribe de la Asociación Internacional de Residuos Sólidos (ISWA), consideró que al igual que se hizo en Europa, América Latina puede optar por la administración responsable de los biorresiduos para generar energía limpia.

En su intervención en el foro, el experto sostuvo que la desregulación del mercado eléctrico es fundamental para explorar nuevas alternativas de generación de energía a través de fuentes renovables.

“La desregulación del mercado eléctrico es fundamental. En muchos casos, en pos de incentivar algunas renovables quizás convendría como lo hizo Europa durante muchos años subvencionar determinadas energías renovables como el tratamiento de los biorresiduos, los residuos orgánicos putrescibles”.

“El 52% de los residuos orgánicos generados por nosotros son materia orgánica putrescible y que si lo destinamos a una digestión anaeróbica nos va a permitir generar biometano o energía eléctrica a partir de este producto, siendo capaces de sustituir grandes volúmenes de energía fósil”, señaló.

 

Fuente: Forbes