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Dos estudiantes idearon el innovador sistema en la tesis con la que se recibieron de ingenieros químicos.

Dos jóvenes idearon un sistema para obtener combustible a partir de plásticos residuales, cuya tesis obtuvo la máxima nota y les permitió recibirse de ingenieros químicos en la Universidad Nacional de Jujuy. Se trata de Diego Alejandro González y Ezequiel Fernando Ramón Toconás, quienes explicaron el proceso y sus perspectivas de utilidad.

La idea la plasmaron en la tesis denominada “Aplicación Tecnológica de un proceso de Pirólisis Catalítica a partir de Plásticos Residuales para la obtención de combustibles y comparación técnico-económica con un proceso de Pirólisis Térmica”. Finalizaron con ella la carrera de Ingeniería Química, y para ello trabajaron en un proceso pirolítico catalítico, con el cual plantearon la obtención de combustible y una evaluación técnico-económica comparativa.

“La idea era tratar de reciclar los plásticos que se arrojan en la provincia de Jujuy para la producción de combustibles. Se colocaría a los plásticos en un reactor, que opera a 500 grados de temperatura, y dos atmósfera de presión. Lo que se hace es fundir el plástico para convertirlo en cadena de carbón más pequeña, que tiene propiedades similares a la gasolina”, explicó Fernando Ezequiel Toconás.

Indicó que por eso eligieron pirólisis catalítica, porque al usar un catalizador la reacción se ve favorecida para esos productos, similares a la gasolina de cadena más corta. “A diferencia de la pirólisis térmica que produce otros de cadena de carbono mucho más larga”, explicó Toconás, asumiendo que la pirólisis catalítica es mejor que la térmica, porque se obtienen productos deseados y es mucho más rentable.

González precisó que el producto que se obtendría tendría características similares al fueloil, que se consigue de destilación del petróleo, y en este caso sería por el proceso pirolítico, que permite convertirlo en moléculas más pequeñas. En este proceso también se obtuvieron gases con moléculas pequeñas como metano, etano, butenos; los sólidos también se podrían usar al igual que las briquetas, y los líquidos que contienen benceno, naftaleno, xileno y butilbenceno.

Al analizar qué tipo de plástico se usaría, determinaron que sería factible utilizar tres tipos, polietileno, poliestireno y polipropileno, que corresponden a la mayoría de envases, botellas y sachets. Toconás sostuvo que para someterlo a dicho proceso se requiere un reactor, que es similar a un horno, donde tiene un catalizador que para este caso es zeolita.

“Estaríamos produciendo 15.300 toneladas al año de residuos plásticos y se obtendrían 11.386 tn al año de aceite tirolítico o crudo de tirólisis. Ese producto es similar a la gasolina para utilizarlo como combustible, en el uso de calderas y usinas eléctricas, y también para empresas mineras o empresas agroindustriales que no tienen gas natural”, explicó.

Precisó que en la práctica se necesitaría una planta de producción, y según el estudio consideraron que se podría hacer en finca El Pongo, donde está el Centro Ambiental Jujuy y donde se recicla la mayor cantidad de residuos, de modo de tener materia prima disponible y cerca. Agregó que el estudio se hizo con base en bibliografía y que no contaban con las condiciones en el laboratorio de la facultad para llevarlo a cabo. González precisó que la pirólisis catalítica es más viable donde se ingresa un catalizador, la zeolita, porque permite obtener productos de menor tamaño, cadenas de carbono menores a 14 átomos y el producto sea más refinado y de mayor calidad.

“En nuestro proyecto alcanzamos, con lo que hoy Jujuy tiene una proyección de residuos, y con una proyección a 2030 podríamos cubrir el 17 % de la demanda que hay hoy en el fueloil, que se utiliza en el campo energético como calderas, hornos e industrias mineras que no tienen gas natural, para poder abastecer su industria”, explicó González.

El ahora ingeniero químico Fernando Toconás es oriundo del departamento Ledesma y su colega Diego González de La Quiaca, quien prevé seguir luego con una maestría. González agradeció a la Universidad, a los directores y codirectores Teresa Antequera y Alejandra Arduino.

 

Fuente: Tribuno