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Así lo afirmó el directivo de la empresa estatal en Bariloche. Dijo que las obras se harán con “los máximos recaudos en materia ambiental” y que la terminal portuaria para exportar petróleo puede convivir con otras actividades.

El director ejecutivo de YPF, Pablo Iuliano, defendió este miércoles en Bariloche el megaproyecto que impulsa la empresa para atravesar el territorio rionegrino con un oleoducto y construir un puerto para la exportación de petróleo en la costa atlántica, y aseguró que esas infraestructuras contarán con los máximos recaudos en materia ambiental.

Opinó que son “infundados” los cuestionamientos surgidos ante la posibilidad de eventuales derrames de crudo que provoquen daños irreversibles en el ecosistema costero.

Iuliano aprovechó la tribuna que le ofreció la gobernadora Arabela Carreras para exponer ante un nutrido grupo de intendentes las características de la millonaria inversión propuesta por YPF, que obtuvo días atrás el vía libre de la Legislatura provincial.

El directivo dijo que le pareció “una buena oportunidad” participar del encuentro, que también tenía otros temas en agenda pero en los hechos fue montado antes que nada para escuchar su ponencia. Su interés, según dijo, estaba puesto en “venir a socializar aspectos del proyecto y contarles (a los intendentes) qué significa para la industria y para el país, por qué es importante”.

Definió al oleoducto para llevar petróleo desde Neuquén hasta el mar y la terminal portuaria que pretenden emplazar en Sierra Grande como los “habilitadores” indispensables para el crecimiento de Vaca Muerta. Señaló también que había “otras alternativas”, pero la empresa eligió hacer esa inversión en Río Negro porque “la provincia tiene una historia petrolera detrás”.

Iuliano dijo que está al tanto de las críticas y reparos presentados por los operadores turísticos y por organizaciones ambientalistas. Admitió que es un tema “para trabajarlo”. Refirió que la petrolera con participación estatal se propone encarar ”todos los estudios necesarios para establecer los riesgos ambientales que se corren y hacer las obras necesarias para minimizar esos riesgos. La empresa entiende que son actividades que pueden convivir”.


Objetivos corporativos


Según el directivo, YPF tiene la meta de “multiplicar por dos el tamaño de la compañía en un plazo de cinco años, lo cual exige multiplicar por seis la producción de no convencional en Vaca Muerta”.

Señaló que para enfilar en esa línea “es necesario generar nuevas alternativas que permitan evacuar el crudo y poder exportarlo”. Dijo que en ese plan se inscribe “la construcción de un oleoducto nuevo a la zona de Puesto Hernández, para poder habilitar el oleoducto trasandino, que todos conocen, y poner casi 100 mil barriles diarios de producción en Chile”.

Además, citó Iuliano, está en marcha la obra para duplicar el ducto de Oldelval que va a Puerto Rosales. Dijo que ese caño aumentará su capacidad de transporte de 36.000 a 72.000 m3/día.

“Necesitábamos además otro oleoducto más para poder transportar alrededor de 400 mil barriles de petróleo por día, que equivale a la producción actual de toda la Argentina. Y es esta propuesta para Río Negro -afirmó-. Un proyecto que lo pensamos desde YPF pero le sirve a toda la industria. Nosotros como líderes del desarrollo Vaca Muerta lo tenemos que hacer. Sin nueva capacidad para sacar el crudo desde Vaca Muerta no es posible continuar creciendo”.

Explicó que el plan es tener el oleoducto rionegrino en condiciones de operar a fines de 2025. Hoy, con la ley todavía fresca, ya están “acelerando al máximo la ingeniería y todos los permisos ambientales, de recursos hídricos, los estudios de impacto para pasar a las etapas que siguen”, según contó el CEO.


Comprometen inversión millonaria


Aseguró que se trata de una inversión de más de 1.200 millones de dólares, que empleará a 2.000 obreros durante los dos años de construcción y alrededor de 400 en operación y mantenimiento una vez que entre en servicio.

Señaló que serán en total casi 700 kilómetros de oleoductos y una terminal portuaria modelo, con una nueva monoboya para cargar buques tanque “de mayor porte” que los habilitados hoy para operar en el país.

Dijo que los temores no deberían ser tales porque “en la provincia ya existen oleoductos” y también Sierra Grande “es una ciudad que ya tiene un pasado industrial y un puerto mineralero, cuando la minería era una actividad más cuestionada que el petróleo”.

Iuliano señaló que la supuesta amenaza ambiental del puerto no debe alarmar porque la ubicación elegida se encuentra “un poco más al norte de las zonas donde hay desarrollo turístico”.

Y sumó otros argumentos: “pensemos que Argentina tienen una historia de casi 100 años poniendo petróleo arriba de barcos en la zona sur del país. Y la verdad es que hoy la tecnología ha avanzado muchísimo”.


Estándares por cumplir

Aprovechó para replicar también las expresiones de protesta contra la explotación petrolera off shore que surgieron en Mar del Plata. Dijo que esa modalidad de extracción en mar abierto “tiene hoy estándares de construcción y operación de primer nivel mundial”. Y agregó que las terminales marítimas, como la proyectada en Sierra Grande, cumplirá con “estándares similares al off shore”.

Iuliano propuso tomar en cuenta que YPF ya tiene terminales marítimas que operan con hidrocarburos “en la zona sur del país, en golfo San Jorge, en Tierra del Fuego, que conviven o están muy cerca de áreas protegidas donde hay especies como pingüinos o lobos marinos”.

Insistió en la necesidad de “trabajar en este tema con el concurso de todos los actores, con la gente que se dedica al turismo, gente que vive y trabaja en Río Negro, y encontrar entre la manera de hacerlo. Si no, habrá que pensar en otras alternativa”.

 

Fuente: Rio negro