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Las extracciones de petróleo pasaron de 44.000 barriles por día en 2012 a solo 22.500 en julio. La baja del último año fue de más del 10%.

La Cuenca Neuquina pasa uno de sus mejores momentos en términos de productividad con más de 300.000 barriles de crudo extraídos al día. Pero en ese crecimiento no es compartido por una de las provincias que conforman el sector, ya que Río Negro perdió en la última década prácticamente la mitad de su producción de petróleo y avanza en un declino acelerado.

De acuerdo a los registros oficiales de la secretaría de Energía de la Nación que se elaboran a partir de las declaraciones juradas que presentan mes a mes las diversas operadoras, Río Negro da cuenta de que el crudo que obtiene es cada vez menos, a pesar incluso del lanzamiento de un plan de estímulos provincial para la reactivación de pozos de baja o nula productividad.

Según los registros, en julio pasado -el último mes con datos completos- las extracciones de petróleo de todos los yacimientos de Río Negro sumaron 22.544 barriles por día en el promedio mensual.

Este nivel marca que la producción cayó un 10,18% con respecto al mismo mes del año pasado, perdiendo en el proceso un poco más de 2.500 barriles diarios.

Pero lo más grave de este panorama, es que la tendencia declinante se mantiene marcada desde hace más de una década, y hace que si se compara el nivel de julio con el del mismo mes del 2012, el rendimiento muestre una caída de casi el 50% de la producción.

Dicho en otros términos, en julio de 2012 Río Negro tuvo una producción de 44.075 barriles por día, un 51% más que la registrada el mes pasado. Haciendo que la caída en picada sea de nada menos que de 21.531 barriles diarios.

Si bien los ingresos por regalías en la provincia se ven impulsados por el mejor precio de comercialización del petróleo y el gas, en especial en los casos en los que son exportados, la tendencia a la baja es preocupante.

El último repunte en la producción, aunque leve, se vio en 2019, cuando la producción creció en términos interanuales un 0,27%, y aportó un poco más de 30.000 barriles por día.

Desde entonces los niveles de extracción se han mantenido por debajo de los 30.000 barriles diarios y de no lograr romper el ritmo de caída, podrían llevar a que el año que viene la producción de Río Negro perfore el piso de los 20.000 barriles diarios.

Si bien la provincia cuenta con una serie de áreas hidrocarburíferas que se ubican en zonas con potencial para desarrollar Vaca Muerta, hasta la fecha no se ha avanzado en la exploración de la roca madre que es la causa del fuerte auge productivo que muestra Neuquén.

Desde el gobierno de Arabela Carreras se cuenta con tres áreas listas para concesionar para la exploración y posible explotación de la formación no convencional. Se trata de los bloques Cinco Saltos, Confluencia Sur y Confluencia Norte.

Pese al potencial que los mismos podrían tener, y en especial el impulso que podrían dar a los rendimientos de la producción de la provincia, desde el gobierno se viene postergando la licitación de estas áreas desde el año pasado a la espera de un mejor momento, que parece no llegar.


El tight gas y Vaca Muerta


A diferencia de lo que sucede con el petróleo, la producción de gas de Río Negro muestra un nivel de descenso más suave, aunque no por ello menos preocupante.

De la mano del desarrollo de Estación Fernández Oro (EFO) el bloque productor de gas no convencional proveniente no de Vaca Muerta, sino de arenas compactas, Río Negro logró incrementar desde el 2017 su producción.

Sin embargo, como sucede en este tipo de desarrollos, los rindes ya comenzaron a disminuir y es por esto que en julio pasado, en pleno invierno, todos los yacimientos de gas de Río Negro aportaron apenas 4 millones de metros cúbicos de gas por día.

Pese a esa menor inyección, que marca una caída del 35% con respecto al nivel del 2019, en la última década la baja es de solo el 14%.

Si bien Río Negro cuenta bajo su tierra con parte de la formación Vaca Muerta, no es de esperarse que se logren extraer grandes volúmenes de shale gas en Río Negro, ya que la lonja de la formación no convencional que recorre parte de la provincia corresponde en realidad por la madurez de sus hidrocarburos a lo que se define como la ventana del petróleo.

 

Fuente: Rio negro