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La gestión Massa parte de un nivel de reservas netas tan bajo, que deberá ampliar el incentivo a otros sectores en lo que resta del año

En el imaginario público existe el temor a que se terminen los dólares disponibles en el Banco Central y que con ello se desate una hecatombe. En realidad, ese escenario está muy lejos según plantean los diferentes analistas.

Pero aún así, la situación es crítica en función de la meta de acumulación de reservas netas comprometidas con el Fondo Monetario Internacional. De hecho, se estima que con la súper liquidación de las cerealeras a través del denominado “dólar soja” no va a alcanzar. En el mercado se especula que el gobierno no podrá desentenderse fácilmente de ese régimen especial si quiere cumplir con el objetivo de tener u$s8.123 millones al 2 de enero de 2023.

Dólar soja: ¿alcanza para acumular las reservas necesarias?

 

De acuerdo con los datos más recientes, el Banco Central cuenta con reservas brutas por un total de u$s37.508 millones, pero de ellas las netas, de libre disponibilidad serían solo unos u$s700 millones, estiman consultoras privadas, antes de que comenzara el régimen especial para las cerealeras. El resto, u$s36,808 están constituidas por fondos provenientes de préstamos, como el caso del famoso swap de monedas con China por u$s20.000 millones.

Técnicamente, se denomina reserva neta a aquellas que no hay que devolver en menos de un año. Llegar a un escenario de “cero dólar” resulta poco probable, ya que el BCRA va a emplear todos sus recursos. En el caso del préstamo del Banco Popular de China en yuanes que tiene la Argentina, una parte ya se transformó a la moneda norteamericana.

Pero la cuestión es que el ministro de Economía, Sergio Massa, y el presidente del BCRA, Miguel Pesce, necesitan reforzar las reservas netas de manera urgente para octubre. Cuando termine el mes deberían mostrarle a los funcionarios de Kristalina Georgieva que en la caja le quedan u$s6.725 millones.

Se estima que aún cuando ingresen los u$s5.000 millones del campo en septiembre y el FMI le apruebe las metas del primer semestre al Gobierno y le conceda el desembolso correspondiente, no alcanzaría.

Entre las exigencias del FMI están la baja del déficit fiscal y el aumento de las reservas del Banco Central.

Entre las exigencias del FMI están la baja del déficit fiscal y el aumento de las reservas del Banco Central.

 

De acuerdo con datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC) este mes hay vencimientos en dólares por u$s4.082 millones y en octubre otros u$s2.781 millones, tanto con el FMI como con organismos y privados. Es decir que en dos meses se le irán u$s6.863 millones y solo tiene por cobrar un desembolso del FMI por u$s3.900 millones.

Por otro lado, del total de las divisas del “dólar soja” que aportarán las cerealeras en septiembre (u$s5.000 millones), sólo u$s2.000 millones van a engrosar las reservas netas. estima la administradora MegaQm. La consultora Invecq considera que pueden ser u$s3.000 millones. En cualquiera de los dos casos, no va a ser suficiente.

Dólar soja: récord de reservas y liquidación

 

Invecq sostiene que “al finalizar el tercer trimestre del año las reservas netas serían la mitad de lo que exige el FMI para cumplir la meta anual, que sitúa al objetivo en u$s8.125 millones de dólares”. “Por lo tanto -asegura- en los últimos tres meses del año haría falta no solo que ingresen todos los giros acordados con organismos internacionales, sino que a su vez el agro extienda la liquidación récord que está llevando a cabo por estos días”.

En las primeras jornadas en la que entró en vigencia del “dólar soja” la entidad que conduce Pesce pudo quedarse con el 60% de lo que liquidaron los exportadores. El 40% restante sirvió para pagar importaciones. En noviembre es probable que el problema para retener divisas se agrave, porque se espera una alta demanda de dólares de Argentinos que viajen a Qatar a ver el Mundial 2022. Y sobre todo porque para ese momento ya pasó el momento de mayor liquidación de divisas de los exportadores.

Adrián Rozanski, director de Fondos 1816, advierte que si bien el ministro de Economía, Sergio Massa, está “mejor orientado” en relación a los problemas macro, el problema es cómo transitar los meses que hay por delante hasta la próxima cosecha. Rozanski señala que una vez que cierre el plazo del “dólar soja” a fin de mes, “algo en octubre tiene que venir”, para incentivar a la liquidación de dólares. En el mercado se especula con una continuidad, un desdoblamiento del tipo de cambio o una ampliación de los dólares diferenciales a otros sectores.

En cambio, Federico Furiase, director de la consultora Anker Latinoamerica, advierte que “el dólar soja no puede continuar para siempre” debido a los problemas que genera en el frente monetario. Como el Banco Central compra dólares a $200 y los vende a $140, la diferencia se cubre incrementando la tasa de Leliqs para absorber los pesos sobrantes. Aún así Furiase cree que el gobierno tratará de extrapolar el régimen especial a otros sectores.

 

Fuente: Iprofesional