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El Tribuno realizó un relevamiento en la capital salteña. Hay uniformidad de precios en YPF y en casi todas las estaciones de Refinor. Las mayores diferencias se ven en los surtidores de Shell.

El presupuesto destinado al combustible de un vehículo puede tener diferencias sensibles de acuerdo a la ubicación de la estación de servicio. Aunque a simple vista, si se miran las pizarras, las diferencias no son radicales, el mayor o menor costo sí se percibe al momento de llenar un tanque.

El Tribuno realizó un relevamiento en surtidores de diferentes puntos cardinales de la capital salteña. Y se pueden ver brechas entre estaciones, incluso de una misma bandera. Las variaciones van del 6% al 18%.

Manuel Pérez, presidente de la Cámara de Expendedores de Salta, sostuvo que en el caso de YPF, el operador no tiene acceso al surtidor que determina el precio, ya que lo fija la petrolera. Mientras que Axion, Refinor y Shell trabajan con precios sugeridos por las petroleras.

En la capital salteña, la nafta súper cuesta en la mayoría de los surtidores $142,4, tanto en estaciones de YPF como en Refinor y Axion. No obstante, en una estación de está ultima compañía ubicada en la ruta 51, cerca de El Prado, el precio es apenas por centavos más caro: $142,9. En Shell hay diferencias más fuertes: en una de zona sur el litro cuesta $142,9; cerca de la terminal de ómnibus $151,4 y camino al Grand Bourg, $150.

Es decir que la brecha entre las mismas estaciones de Shell llega al 5,9%. El que pague el precio más bajo tendrá que abonar $7.145 para llenar el tanque de 50 litros, mientras que el que cargue en el lugar más caro, deberá pagar $7.570. Los que carguen en YPF y Refinor, en tanto, a $142,4 el litro, tendrán que debitar de sus cuentas $7.120.

En las naftas prémium las diferencias entre las banderas es un poco más alto. El precio más bajo es $173 el litro y el más caro, $186,2. La brecha es de 7,6%.

En las estaciones de YPF, Axion y Refinor la pizarra marca $173 para la nafta prémium. En Shell el valor más caro está en el surtidor de la zona de la terminal ($186,2) y el más bajo en una estación de zona sur, a $174,8. Un conductor que consuma prémium de YPF, Refinor o Axion para su tanque de 50 litros deberá pagar $8.650. Mientras que aquel que vaya a la Shell con el valor más alto deberá abonar $9.310.

Para los usuarios de diésel, la YPF vende a $150,8 el litro, mientras que en Refinor sale $153,9, Axion $169. Shell varía entre $174,6 y $179,1. La brecha entre los precios es del 18% (YPF versus Shell).

Y para diésel prémium el más barato se lo encuentra en las estaciones de YPF y Axion Energy a $204,1. En Refinor llega a $205,9 y en Shell a $211,1.

Y si GNC es lo que busca el conductor salteño, las Shell de zona sur tienen el costo más bajo que sus competidores. La primera a $79,1 el metro cúbico. Le siguen YPF y Axion a y $79,5, y el gas comprimido más caro se encuentra en Refinor a $79,8.

Faltante

Aunque no es un faltante generalizado como el que hubo hace un par de meses en Salta, en algunas estaciones de servicio de capital ya se comenzó a sentir el faltante de gasoil. Muchas expendedoras de combustible taparon las pizarras donde ponen el precio del diésel común.

Un cartel con la leyenda “sin stock” se puede observar en las estaciones de servicio de la ciudad. En un recorrido de El Tribuno por distintos surtidores de zona sur pudo comprobar que en YPF y Axion hay faltante de gasoil.

Este medio consultó a Manuel Pérez, presidente de la Cámara de Expendedores de Salta, confirmó que el problema de la escasez de combustible “todavía continúa”.

“Sigue habiendo problemas con la distribución de diésel. La escasez de gasoil todavía se sigue sintiendo debido a que las importaciones que se hicieron siguen siendo insuficientes. Actualmente la demanda del mercado que hay sobre ese combustible está quedando insatisfecha con la producción de tienen las petroleras”, expresó. A nivel nacional ya están advirtiendo.

Las subas le meten más presión al bolsillo

Con la creciente inflación los precios se reajustan permanentemente. El aumento en los combustibles que se dio en agosto pasado fue el cuarto en lo que va del año. El anterior había sido en junio y llegó al 9% promedio a nivel país. El primer incremento de este año se dio en febrero. Esa subida también fue del 9% en los productos comunes y de 11% en los premium. Hay que recordar que los precios fueron congelados en mayo de 2021 por impulso del Gobierno nacional, en el contexto de las elecciones legislativas.

En junio pasado, cuando en el país recrudecían los reclamos por la falta de gasoil -sobre todo para el campo y el transporte-, se produjo el último incremento, que solo modificó los precios del diésel: fue de un 20%. El aumento de combustibles repercute en los costos de los servicios y productos.

Algo que, en este último caso, resulta delicado para el Ejecutivo nacional que lanzó en las últimas semanas medidas para intentar frenar la inflación. Peor aún porque se produjo solo una semana después de que se informara el índice de precios más elevado del año: 7,4% en julio. Por esto mismo se espera que en los próximos días el incremento en los combustibles registrado el domingo 21 de agosto se vea reflejado también en los costos de la canasta de los argentinos.

Fuente: Tribuno