Los grandes productores solo han aceptado realizar incrementos moderados en su producción, a pesar del vacío en la oferta que ha dejado Rusia tras las sanciones económicas por su invasión al territorio ucraniano, que impiden el acceso al crudo para occidente y aliados.
Las estimaciones apuntan a otra caída en los inventarios estadounidenses de petróleo. Las reservas cayeron más de 5 millones de barriles la semana pasada, frente a la caída de solo 450.000 barriles esperada por los analistas.
El crudo se disparó en la jornada de antes debido a las declaraciones que Arabia Saudí realizó diciendo que era posible un recorte inminente de la producción por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados, la OPEP+.
El objetivo señalado era equilibrar un mercado que describió como “esquizofrénico” y cada vez más desconectado. Pero los posibles recortes de producción de la OPEP+ pueden no ser inminentes y es probable que coincidan con el regreso de Irán a los mercados petroleros en caso de que ese país alcance un acuerdo nuclear con Occidente, según aseguran nueve fuentes de la OPEP a ‘Reuters’.
El petróleo se ha disparado este año, acercándose al máximo histórico de 147 dólares en marzo, después de que la invasión rusa de Ucrania exacerbara las preocupaciones sobre el suministro. Desde entonces, los temores sobre una recesión mundial, el aumento de la inflación y una demanda más débil han pesado sobre los precios.
Fuente: Ambito