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La medida impulsada por el Gobierno tendría un fuerte impacto en la industria frigorífica, que reclamó en varias ocasiones que resulta casi imposible adaptar los establecimientos faenados a la nueva modalidad.

A partir del próximo 1 de noviembre entrará en vigencia un nuevo sistema de comercialización y logística para las carnes vacuna y porcina que podría marcar el final de una era: el de la media res en los comercios minoristas. La medida impulsada por el Gobierno tendría un fuerte impacto en la industria frigorífica, que reclamó en varias ocasiones que resulta casi imposible adaptar los establecimientos faenados a la nueva modalidad. Aducen que serían necesarias inversiones millonarias y que, aunque se contase con el dinero requerido, en muchos casos se dificultaría el proceso por requerir productos importados a los que en este contexto parece casi imposible acceder.

Uno de los fundamentos de la nueva reglamentación está relacionado con el cuidado de la salud de los trabajadores, algo que no requiere mayor análisis puesto que es lógico que a esta altura ya nadie debe cargar una res que puede pesar entre los 80 y 120 kilos -según en animal faenado- en sus hombros.

A partir de ese planteo es que se apoyó la iniciativa desde cada una de las cámaras empresariales, aunque es probable que algunos referentes del propio sector hayan encontrado en esta situación un atajo para conseguir mayores beneficios.

La obligación de manipular cortes de carne en trozos debió concretarse a partir del 1° de enero de este año, pero al observar que prácticamente no hubo adeptos, con anterioridad a esa fecha el Gobierno decidió postergar la entrada en vigencia de la medida. Mientras tanto, se revisaron algunos aspectos que fueron criticados y el Ministerio de Agricultura lanzó un “plan ganadero” para que los frigoríficos y el resto de la cadena involucrada pueda tomar créditos y así adecuar sus plantas.

En rigor de verdad, nadie está “en contra” de mejorar la situación laboral de los trabajadores, pero muchos pusieron reparos porque en el contexto económico actual sería muy difícil adaptar los establecimientos frigoríficos.

Desde la Cámara de Matarifes y Abastecedores (CAMYA), el titular de la entidad, Leonardo Rafael, advirtió en diálogo con Ámbito que “se trata de una propuesta inviable si no se crean las condiciones indispensables para su implementación, tales como la preparación de las plantas para el cuarteo, la adecuación del transporte para esta nueva modalidad, el control en la trazabilidad y por último evitar la desigualdad en el funcionamiento del mercado interno.

En este sentido, Javier Peralta, Secretario de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA), aseguró a este diario que “el martes pasado, en una reunión que se realizó en la Secretaría de Agricultura, solicitamos que se autorice el medio mecánico para la manipulación de la carne para que, en aquellos lugares donde se pueda utilizar, no sea necesario que vaya en trozos”.

Y amplió: “Hay carnicerías o supermercados que tienen ‘rieleras’ que llegan hasta la calle o salas internas a las que llega el camión y de manera directa la media res se engancha en rieles hasta la cámara de frío. También hay lugares en los que se utilizan carros donde el trabajador puede llevar la media res. De hecho, hay modelos de carros presentados para ser homologados para que con un sistema especial se pueda bajar la carne del camión. Este sistema cuenta con el apoyo de cámaras de la industria y de los supermercados. En el contexto actual necesitamos que se siga autorizando la comercialización como se viene haciendo. Si lo que busca la resolución es cuidar la salud del trabajador, tenemos la opción para hacerlo. Pero si lo que busca es otro punto de fondo usando a la salud como excusa, ese ya es otro problema”.

Para que todos puedan cumplir con esta reglamentación, se deben adaptar las plantas faenadoras, realizar un sistema de trazabilidad de los cortes y adecuar la logística, algo que sólo los exportadores de mayor talla pueden afrontar.

Ese es quizá uno de los temas que más ruido genera puertas adentro del sector ya que hay quienes aseguran que la reglamentación favorece a los más poderosos dentro del negocio, que probablemente ya cuentan con las plantas adaptadas o en todo caso tienen el capital para hacerlo.

Según pudo confirmar Ámbito, tras la reunión entre el sector privado y el Gobierno, la decisión oficial está tomada y el 1° de noviembre “comienza el nuevo sistema sí o sí”.

Teniendo en cuenta esta situación, las cámaras empresarias solicitaron la inclusión de medios mecánicos para la descarga de carne en los puntos minoristas. Esta postura la reafirman todas las cámaras del sector e inclusive la propia Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne. Sólo el Consorcio Exportador ABC se mantiene al margen de este pedido.

 

Fuente: Ambito