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El balance del primer semestre muestra que se perdió una extracción de 1.000 barriles por días. El plan de incentivo de pozos maduros no movió la aguja. Las mayores expectativas están en la futura licitación de tres áreas no convencionales.

La producción de petróleo en Río Negro durante el primer semestre de 2022 se estancó por debajo de los 23.000 barriles de petróleo por día (bpd). Según datos oficiales de la secretaría de Energía de la Nación el promedio de extracción en el territorio rionegrino entre enero y junio fue del 22.779 barriles de crudo diarios.

La tendencia del declino en la actividad se mantiene desde hace algunos años en la provincia. La industria hidrocarburífera sufrió una serie de golpes que impidieron recuperar la producción a los niveles de la prepandemia, allá por principios del 2020.

Pero este escenario se da además con el agravante de que la caída no se detiene. Y es que incluso la crisis comenzó hace ya tres años, a mediados del 2019.

Especialistas sostienen que las condiciones de los yacimientos, la mayoría marginales, dificultan recuperar los niveles previos a marzo del 2020 cuando hizo irrupción el coronavirus.

En ese entonces los números estaban en el orden de los 30.000 barriles día. Para la mejora inmediata se requiere de grandes inversiones, pero las condiciones macroeconómicas actuales del país lo hacen inviables para las operadoras.

Incluso el interesante proyecto de incentivo que aprobó la Legislatura el año pasado no movió la aguja. Se trata de la ley estímulo para la recuperación de pozos viejos e inactivos.

Se aprobaron varios proyectos, pero prácticamente no tuvo impacto en los números finales de la producción. La normativa prevé beneficios fiscales para las empresas que inviertan en pozos que tienen baja productividad.

La producción en Río Negro en petróleo es estrictamente convencional y los bloques en su mayoría marginales. Los procesos de recuperación son largos y requieren de políticas de largo plazo para incentivarlos.

En junio pasado, la producción de crudo se fijó en 22.319 barriles diarios contra los 23.206 que registró enero. Se perdieron casi 1.000 barriles día tan solo en el primer semestre del año.

La tendencia no se modificará en el corto plazo y las expectativas están puestas en la licitación de las áreas no convencionales de Vaca Muerta, en la zona de Cinco Saltos.

También será importante el acuerdo entre la secretaría de Energía de Río Negro y las operadoras para definir la extensión de las concesiones de explotación que se vencen entre 2025 y 2027.

La cartera Energía junto a la secretaría de Hidrocarburos vienen realizando un intenso trabajo con las empresas para acordar no solo la continuidad, si no definir las expectativas y objetivos para los próximos 10 a 15 años.

En esas negociaciones se acordarán los proyectos de inversión para las áreas en explotación. “Es una oportunidad para definir la estrategia para la próxima década”, indicaron fuentes de la secretaría de Energía.

En este contexto de crisis productiva, un pedido que vienen realizando desde la cámara empresarial Casepe es que se activen en los campos los trabajos de remediación ambiental que podrían darle un impulso al sector pyme que es uno de los más golpeados en la cadena de la industria. Este aspecto también está en discusión en la mesa de seguimiento que tiene el gobierno rionegrino con los actores de la industria.

Más allá del escenario de crisis que atraviesa la provincia, también hay oportunidades como la licitación de las tres áreas no convencionales que están próximas. Estaba previsto largar la compulsa antes de mitad de año, pero el gobierno espera que la situación económica se calme para poder aprovechar la gran expectativa que hay en los bloques Cinco Saltos, Confluencia Norte y Confluencia Sur que forman parte de Vaca Muerta.

 

Fuente: Rio negro