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El 1 de agosto Sean Rooney dejará el cargo y asumirá Ricardo Rodríguez, un ingeniero que llega con toda la experiencia de la meca del shale de Estados Unidos y la meta de hacer crecer exponencialmente a la empresa.

En un par de semanas Shell Argentina cambiará a su presidente para Argentina. Sean Rooney dejará el cargo que tuvo por cuatro años y en el cual logró no sólo probar la eficiencia de Vaca Muerta que siempre pregonó, sino que llevó a la operadora a ser la segunda productora de petróleo de la formación al punto que la firma logró recuperar las millonarias inversiones que hizo y está en condiciones de comenzar a pagar dividendos el año que viene.

Su reemplazante será Ricardo Rodríguez, un ingeniero que llega con toda la experiencia de la meca del shale de los Estados Unidos, como es Permian, pero también con un extenso conocimiento en la otra pata del sueño petrolero argentino como es el offshore, y con la clara meta de hacer crecer la producción de Shell exponencialmente.

En un mano a mano con Energía On, Rooney y Rodríguez analizaron el actual escenario de la empresa y las alentadoras proyecciones que poseen. Plantearon cuáles son los obstáculos que se ven en el camino del crecimiento y enfatizaron que además, el objetivo de la operadora es alcanzar un fuerte crecimiento pero potenciando el cuidado del medioambiente.

“Trabajé como General Manager de Desarrollo de Permian durante los últimos dos años y medio, de allí viene la experiencia que tengo. Hacíamos 100 pozos por año, con una inversión de 1.200 millones de dólares al año”, contó Rodríguez, y agregó que “llegamos a una producción de 130.000 barriles operados y 260.000 no operados, unos 220.000 barriles netos, es toda una Vaca Muerta pero en un solo asset”.

Rooney señaló que fue por eso que “nuestra experiencia aquí sale de la experiencia allá: los primeros aprendizajes sobre cómo perforar, cómo acelerar la eficiencia de Vaca Muerta salieron de la experiencia allá y por eso llegamos al mismo punto con un cuarto del costo que se tomó en Permian, porque se pudo aprovechar el aprendizaje”.

Rodríguez y Rooney analizaron en conjunto el presente y futuro de la compañía en Vaca Muerta y el país. (Foto: Matías Subat)

Para Rodríguez, esa curva acelerada de Vaca Muerta es un valor en sí mismo. “Esto marca gran parte del potencial para adelante, porque nosotros aprendimos muchas cosas en Estados Unidos cuando habíamos perforado la mitad del recurso, y ahora en Argentina estamos aprendiendo muchas cosas teniendo mucho recurso por desarrollar, que es lo ideal”.

“En Permian teníamos zonas que ya habíamos perforado el 90% de los pozos y habíamos conseguido la receta ideal. Pero es mejor conseguir la receta ideal cuando perforaste el 10%. Esa va a ser la diferencia aquí, aunque los retos también son diferentes, no solo las cosas coyunturales de Argentina sino también el contexto global”.

Rodríguez vaticinó que “el año que viene va a ser muy interesante para Shell Argentina y para Argentina”. Y no es para menos ya que adelantó que “creo que el año que viene vamos a poder pagar dividendos, si nos autoriza el gobierno”.

Tras remarcar que “esto es por el trabajo que Sean ha hecho y el precio del petróleo que ayuda”, enfatizó que “el año que viene va a ser muy importante porque si estamos en la capacidad de pagar dividendos, por supuesto ahí viene el acceso a divisas, va a ser muy importante para crear en los accionistas el nivel de confianza para decir vamos a seguir invirtiendo en los niveles que estamos invirtiendo”.

Rooney destacó que además de aumentar la producción en Vaca Muerta, deben hacérselo cuidando cada vez más el medioambiente.

El nuevo presidente de Shell Argentina indicó que “tenemos planes ambiciosos de crecimiento y de diversificación que van a depender de lo que pase con el offshore, y en el largo plazo tenemos mucho gas en nuestro portafilio”.

Sin embargo, así como Rodríguez indicó que un problema es justamente que el gobierno permita a la firma poder girar los dividendos que tenga, también señaló que “desde el punto de vista técnico la otra parte es el midstream porque el año que viene deberíamos tener un proyecto de expansión en marcha como industria, para tratar de continuar con el desarrollo de Vaca Muerta, porque no va a crecer Vaca Muerta sin una manera de evacuar esos volúmenes”.

En esa línea consideró que “hay una posibilidad en el corto plazo con Otasa, pero aún en el mejor de los casos no es suficiente, vamos a necesitar otra solución”.

A pocos días de haber llegado al país, Rodríguez tiene bien el claro que “el año que viene va a ser intenso porque también hay elecciones. Vamos a ver qué pasa, si hay algún tipo de cambio de políticas, de acceso a las divisas, exportaciones”. Es por esto que sostuvo que “creo que hay un consenso independientemente del color político de que esto favorece a todo el país, y a mí y a los inversionistas nos gustaría ver un acuerdo que permita tener una política de Estado que tenga continuidad en el tiempo”.

Rooney anunció su retiro de la compañía durante las 9° Jornadas de Energía del diario Río Negro.

Pero además de Vaca Muerta, Rodríguez advirtió que “dependiendo del nivel de éxito que pueda tener el offshore podría ser algo transformacional para la industria, no solo la de energía, sino toda la industria que forma alrededor de la industria de energía”.

Y detalló que “últimamente tuvimos mucho éxito en Namibia que está del otro lado de la cuenca, y lo que conseguimos allí nos da mejores esperanzas de lo que vamos a conseguir aquí en Costa Afuera Argentina”.

Explicó que “hay 4 elementos del sistema de petróleo: necesitas tener un sello, una estructura, un yacimiento y finalmente una roca madre que cocine el crudo. Ese es el elemento que tiene el mayor riesgo, creemos que hay estructura, estamos muy confiados de que va a haber yacimiento, pero el mayor riesgo es la cocina del crudo. Y eso es lo que pretende desrisquear con un pozo piloto”.

El estudio y potencial desarrollo del offshore es para Rodríguez “algo complementario -al shale– y espero que sea exitoso para no solo crecer en Vaca Muerta sino que Shell crezca en Argentina”.

Es por esto que sostuvo que “en el corto plazo hay que mejorar Vaca Muerta, mejorar las condiciones que tenemos desde el punto de vista fiscal y regulatorio y explorar el offshore. El año que viene en otra entrevista volveremos a hablar y ojalá sea de celebración. Yo tengo muchas ambiciones. Sean hablaba de producir 70.000 barriles por día y yo pensaba por qué no 200.000 ó 300.000 barriles por día”.


Perfil profesional de Ricardo Rodríguez


Ricardo Rodríguez nació en Caracas, Venezuela. Estudió Ingeniería Química en la Universidad Central de Venezuela, y cuenta además con un master en Ingeniería Química de la University of Southern California. Al terminar sus estudios ingresó a Shell con base en Maracaibo como ingeniero de reservorio hasta 2007.

En 2008 fue destinado a Estados Unidos en donde trabajó en principio en los desarrollos de offshore centrados en el Presalt de Brasil, y luego en los de aguas profundas del Golfo de México. Allí llegó a ser gerente de Desarrollo de Proyectos.

En el 2019 se trasladó a la cuenca de Permian como General Manager de Desarrollo de Permian. En donde trabajó por dos años y medio hasta su designación como Country Chair de Shell para Argentina, Chile y Uruguay, puesto que asumirá el mes que viene.

 

Fuente: Rio negro