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La entidad que dirige Miguel Pesce aseguró que implementará mecanismos para mejorar las condiciones de financiación para importar insumos relacionados con fertilizantes y otros productos.

El Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció mejoras para las condiciones de acceso al mercado libre de cambios, para la importación de productos e insumos. Si bien desde la entidad bancaria prefirieron no dar detalles acerca de cuál sería la disponibilidad de dólares para realizar las importaciones de los insumos que el agro requiera, extraoficialmente Ámbito pudo saber que el objetivo es cumplir con “lo que el campo necesite”.

En rigor, la entidad que dirige Miguel Pesce aseguró que implementará mecanismos para mejorar las condiciones de financiación para comprar al exterior fertilizantes, productos fitosanitarios y los insumos necesarios para su elaboración en el país.
A partir de ahora, se reduce de 90 a 60 días el plazo para el acceso al mercado de cambios para las empresas que así lo requieran.

“Lo que el campo necesite” va en sintonía con otras afirmaciones que desde el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca confirmaron a este medio durante la semana. De hecho, el propio titular de la cartera agraria, Julián Domínguez, se ocupó de manifestarlo una y otra vez en sus últimas apariciones públicas, aunque nunca brindó detalles acerca de las estimaciones que supuestamente se hicieron para asegurar algo tan determinante para la campaña de granos más importante que tiene el país.

Que el campo pueda contar con los insumos necesarios es clave: la próxima campaña de soja y de maíz podría representar un altísimo porcentaje de las más de u$s41.500 millones de exportaciones previstas en el agro, que se lograrán a partir de la venta de granos, harinas, aceites y biocombustibles. Estos ingresos son imprescindibles para el equilibrio macroeconómico.

Si bien desde el sector empresario prefieren no dar declaraciones y se manifestaron bastante escépticos a la hora de responder acerca del diálogo con el Gobierno, tampoco se animan a dar a conocer los cálculos que cada cámara empresaria realizó puertas adentro: todos temen quedar desfasados porque en un contexto como el que se vive, donde se adelantan importaciones, se desconfía de la posibilidad de concretarlas y no hay un precio cierto como referencia, todos prefieren livianamente sobrevolar el tema.

La esperanza de que el Gobierno pueda cumplir con lo prometido existe, a pesar de los aumentos en el precio de los insumos producto de la guerra entre Rusia y Ucrania. Es que Rusia es un actor clave en la generación de combustibles y de materias primas para la elaboración de insumos agrícolas, por lo tanto para importar la misma cantidad de toneladas se deberán utilizar mas dólares.

En cuanto a la real disponibilidad de moneda extranjera para concretar importaciones, Federico Landgraf, Director Ejecutivo de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE) aseguró en diálogo con Ámbito que “en fitosanitarios -dejando de lado los fertilizantes- por el momento no vemos algo distinto a las restricciones que ya veníamos teniendo. Es un tema que las compañías aún están evaluando, de todas maneras no debieran existir problemas de abastecimiento”. Landgraf además explicó que “el 80% de nuestras empresas tiene planta de producción en la Argentina. Por eso por lo menos por ahora no es un inconveniente”. La mayor preocupación esta puesta en los fertilizantes y en algunos productos fitosanitarios que si bien son fabricados a nivel local, utilizan principios activos importados.

Según datos oficiales, este año se importaron cerca de 900 mil toneladas entre enero y mayo, cifra levemente menor que la registrada en el mismo período el año pasado, pero el año aún no termina y lo que resta es lo más importante.

Es probable que muchas empresas hayan adelantado compras. Nadie se permitiría esperar a julio para confirmar importaciones de insumos para la campaña gruesa, aún teniendo que pagar altos precios como ocurrió en los primeros meses del año mientras se iniciaba el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Sólo para tener una referencia, en 2021 se importaron fertilizantes por un total de u$s2.280 millones. Esa cifra duplicó la de 2020 pero sólo representó un 12% más en volumen: lejos del festival de importaciones, el efecto precio se convirtió en protagonista. El mismo proceso que se registra hoy en día con la importación de energía.

En el mundo de los Agronegocios nadie puede dar por cierto que se contará con los dólares necesarios para importar. Si bien es importante destacar que contrariamente a lo que ocurre en otras áreas del Gobierno, Domínguez reconoció problemas con las importaciones al tiempo que aseguró estar trabajando para resolverlos.

Más allá de las intenciones de Domínguez -muy ciertas y válidas- no hay precisiones acerca de la real disponibilidad de divisas para importar insumos y en las últimas horas, varias cámaras empresarias salieron a dar batalla para ser considerados para el Gobierno.

Si hay un rubro donde debe priorizarse la asignación de divisas es precisamente éste, por su impacto en las exportaciones agroindustriales. Pero, ¿será el campo, muchas veces es denostado, criticado y vapuleado, finalmente ungido como “privilegiado” por el Gobierno para contar con los dólares necesarios para importar sus insumos? ¿Será reconocido como un actor clave para la generación de divisas? En un contexto de pocos recursos hay mas promesas que certezas, de hecho nadie hasta ahora explicar cuál es la estimación realizada para asegurar que estarán los dólares.

 

Fuente: Ambito