z.system

Suba de retenciones a la carne y los cereales, empresa testigo y mayor control de las exportaciones, entre los temores del agro. Algunos evalúan incluso “cortar diálogo” con el Gobierno si se avanza en posturas más duras para con el sector.

Si la relación entre el campo y el Gobierno estaba resquebrajada, a partir de la renuncia de Martín Guzmán como ministro de Economía, se encendieron las luces de la alarma en el sector y directamente se habla de “cortar diálogo”. Es que el gran interrogante es si el nuevo armado del equipo económico de Alberto Fernández implicará una postura “más dura” y avanzará directamente con medidas drásticas como la suba de retenciones a los cereales y a la carne vacuna, junto con una mayor intervención en los mercados exportadores. Algo que Guzmán eludió y hasta el propio Presidente había mencionado como alternativa viable tiempo atrás.

De cualquier manera hay un dato que el nuevo jefe del equipo económico seguirá de cerca y este será el ingreso de dólares que promete el campo de aquí hasta fin de año. Los altos precios internacionales de los commodities del agro traerían aparejada una liquidación de poco más de u$s23.000 millones hasta diciembre, para terminar 2022 con el récord de más de u$s40.000 millones. Esto será un punto a favor, pero también un espada de doble filo.
La realidad demuestra que las altas cotizaciones internacionales de los commodities del agro también están ejerciendo una fuerte suba de los precios de los alimentos a nivel mundial que presionan sobre la inflación, no solo de Argentina sino de todas las economías del mundo. Es por eso que el interrogante que se plantea es si a partir de esta nueva etapa se avanzará con medidas más intervencionistas y con la mirada puesta en sumar además mayor recaudación vía retenciones en una economía que necesita dólares frescos.

Por lo pronto, a pesar de las movidas judiciales de la oposición y la Sociedad Rural Argentina, el nuevo ministro de Economía podría echar mano a una suba de retenciones de los cereales –maíz y trigo- desde el actual 12% al 14% y de la carne vacuna desde el 9% hasta el 15% sin pasar por el Congreso. Algo a lo que se opondría el actual ministro de Agricultura, Julián Domínguez, pero que en la práctica no está bajo su potestad.

También por estas horas se baraja la posibilidad de reformular el esquema ministerial y que algunas áreas serían absorbidas por el ministerio de Producción. En ese armado, por lo bajo, se alimenta la posibilidad de que el ministerio de Agricultura se convierta en Secretaría bajo el comando de Daniel Scioli como armador y como el hombre clave para la toma de decisiones en conjunto con el flamante ministro de Economía.

Lo cierto es que si el Gobierno avanza con la suba de retenciones, algo que el “kirchnersimo duro” viene incentivando, el diálogo campo–Gobierno se terminaría de cortar en absoluto y por estas horas los dirigentes del agro prometen avanzar con más medidas de fuerza. En rigor de la verdad, en la práctica, desde que asumió Alberto Fernández la Mesa de Enlace se manifestó en contra de su política agropecuaria y concretó incluso tres paros totales que incluyeron cese de comercialización de granos y carne. El cuarto llegará la próxima semana, más precisamente el próximo 13 de julio, y se anunció antes de que se conociera la renuncia de Guzmán a su cargo. Es decir, en poco más de dos años y medio el actual Gobierno tuvo más protestas del campo que Macri en cuatro años, quien, a pesar de que subió las retenciones en el medio, cerró su gestión sin tener que afrontar ninguna medida de fuerza del agro.

¿Empresa testigo?

Otra cuestión clave que un ala del Gobierno viene reclamando desde hace tiempo es la de la creación o puesta en marcha de una “empresa testigo” en el comercio de granos. Es decir, que el Gobierno intervenga directamente como un actor en la compra, procesamiento y exportación de granos y subproductos. Aquí también el saliente ministro de Economía prefería no intervenir y de ahora en más esta propuesta podría ponerse nuevamente en estudio.

Una posibilidad es potenciar el rol que juega YPF en el canje de granos por insumos y crecer como agroexportadora y hasta procesadora de granos. La segunda y complementaria opción sería también poner un pie en Vicentin –vía salvataje o cramdown-, algo que hoy está en manos de la Corte Suprema de Santa Fe y el Gobierno espera una resolución en el corto plazo.

En definitiva, arduo será el trabajo que tendrá por delante el nuevo ministro de Economía y en este marco el campo espera los próximos movimientos con más incertidumbre que certezas.

 

Fuente: Ambito