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Los modelos híbridos son los que más aceptación tienen el mercado argentino. En 2021 se vendieron 5.871 autos entre 100% eléctricos e híbridos.

Los autos eléctricos son los protagonistas de una de las mayores transformaciones de la historia de la industria automotriz. Impulsada por las exigencia de reducción de emisiones en Europa y Estados Unidos, las principales fábricas salen al mercado con modelos que derrochan, según ellas, bondades: no usan combustible, no hacen ruido, no contaminan en su andar y su diseño parece salido de libros de ciencia ficción.

La transición energética que implica esta transformación en 4 ruedas es un camino tan complejo que admite escalas como los modelos híbridos (que combinan el tradicional motor de combustión con uno eléctrico) y en algunos países europeos la tendencia avanza a paso firme implicando hasta el 50% de las ventas concretadas.

En este contexto la pregunta del millón es: ¿Cuándo desplazarán estos modelos a los que hoy dominan las calles? Según los datos del Sistema de Información Online del Mercado Automotor de Argentina (Siomaa), perteneciente a la Asociación de Concesionarios de Automotores (Acara), en 2021 se vendieron en Argentina 5.871 autos entre eléctricos e híbridos (con dos motores, naftero y eléctrico), lo que significó un crecimiento de 148%, frente a los 3.488 rodados comercializados en 2020 y un alza del 55% desde el debut local, allá por 2010.

Desde que esta onda verde comenzó en el país, los modelos más vendidos son los híbridos se llevan casi la totalidad: fueron el 99% en 2021. La oferta actual se compone de más de 20 modelos con dos motores, con Toyota como la marca que lidera el segmento. Entre los 100% eléctricos hay muy pocos exponentes a la venta: al Audi e-tron y al Nissan Leaf se suman la variante electrificada de la Renault Kangoo y el Porsche Taycan. También existen los desarrollos locales, como Tito (de la empresa Coradir, de San Luis) y SeroElectric.

El cambio requiere tiempo y requiere rebajas impositivas y subsidios para alentar su adopción. En Argentina se implementó una reducción de aranceles para la importación (los híbridos pagan solo el 5% del valor y los eléctricos, el 2%, frente al 35% que abona un auto importado extra-Mercosur).

Además, sus dueños acceden a otros beneficios, como la exención del pago de patente en diferentes distritos: Ciudad de Buenos Aires, La Plata, Neuquén, Ushuaia y Río Grande, junto con las provincias de Mendoza, Santa Fe, San Juan y Río Negro.

Revolución, a paso lento

Todo pareciera indicar que la tendencia avanza a paso firme, pero no lo hace al ritmo que se necesita para cumplir con el objetivo de cero emisiones netas de Dióxido de Carbono (CO2) para mediados de siglo (2050). De hecho, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) calcula que si se mantuvieran las políticas actuales, las ventas de automóviles eléctricos en el mundo representarían más del 20% en 2030, pero considera que para cumplir los objetivos climáticos ese porcentaje tendría que ser del 60%.

Si se toma de forma aislada el nicho de los camiones, la brecha entre las matriculaciones en 2021 (un 0,3% del total) y el porcentaje que tendrían que alcanzar en 2030 para cumplir con las metas climáticas internacionales (25%) es todavía mayor.

De todos modos, el informe anual sobre los automóviles eléctricos de la AIE muestra un panorama bastante optimista porque constata la tendencia fuertemente alcista de este mercado, que se duplicó el pasado año con 6,6 millones de matriculaciones.

Otra buena noticia es que esa tendencia se mantiene en lo que llevamos de este año a pesar de los problemas de aprovisionamiento de componentes como microchips y de materias primas, que se ha agravado con la invasión rusa de Ucrania: las ventas en el primer trimestre fueron de 2 millones de unidades, alrededor del 75% más que en el mismo período del pasado ejercicio.

 

 

Fuente: Mas energia